­La Unió alerta de que tras la reforma energética del Ministerio de Industria, que entró en vigor el pasado mes de agosto, la electricidad en los pozos de riego se ha encarecido de media más de un 100% para los regantes de la Comunidad Valenciana, cifra que se suma al aumento registrado durante los últimos años desde que desaparecieron las tarifas especiales para el riego agrario.

«Teniendo en cuenta que el gasto eléctrico representa aproximadamente ya más del 30% de los costes del sector agrario es muy importante reducirlo, aunque las complicaciones para ello cada vez son más importantes y así se resta competitividad a la agricultura de regadío», según advierte el sindicato La Unió. Desde que el Gobierno central suprimió las tarifas especiales para riego en 2008, la factura eléctrica para los regantes de la Comunidad no ha parado de subir mientras los precios que perciben por sus producciones han bajado o se han estancado.

La nueva reforma del Gobierno revisa los peajes de transporte y distribución de la electricidad que actualmente pagan los regadíos, que se caracterizan por tener una alta potencia contratada y un consumo muy desigual que varía notablemente según la época del año. La uva de mesa es un claro ejemplo. Las tarifas de alta tensión han registrado un incremento importante del término de potencia cuando éste representa más de la cuarta parte de la factura eléctrica. Por su parte, la tarifa que grava el consumo se ha reducido con los nuevos peajes, pero apenas beneficia a los regantes pues su impacto real en factura sólo se aprecia sensiblemente durante los meses de julio y agosto, que son los más intensivos en riego y, por tanto, de mayor consumo energético.

Ha subido mucho el precio del término de potencia pero el del kilovatio, a pesar de bajar, no lo ha hecho en la misma proporción.