Prácticamente nadie recordaba ayer un hecho así. Por primera vez en la historia reciente de las Fiestas Mayores el Cristo del Buen Suceso realizó una procesión claustral dentro de la iglesia de Santa Ana por culpa de la lluvia. De hecho, el investigador local Antonio Juan confirmó que hay que remontarse hasta 1975 y 1969, dos años en que las tormentas impidieron salir al Cristo.

«Ha sido una decisión difícil pero pensamos que es lo más adecuado», explicó el presidente de la Cofradía de los Santos Patronos, Ramón González, quien añadió que habían llamado al aeropuerto de Alicante donde les confirmaron que el riesgo de lluvia entre las 20 y las 24 horas era muy elevado en Elda.

La talla del Cristo, obra del artista valenciano Pío Mollar y que data de 194o, acaba de ser restaurada «y todavía no ha secado del todo por lo que la lluvia sería aún más perjudicial», indicó González.

Cuando centenares de personas abarrotaban los aledaños de la iglesia para ver salir la procesión cayeron las primeras gotas y la multitud entró en el templo.

En un primer momento, el párroco, José Abellán, explicó a los fieles que el Cristo realizaría la procesión dando la vuelta entera a la iglesia utilizando también los pasillos laterales pero aconsejados por Protección Civil, decidieron que finalmente sólo pasara por el pasillo central ante la gran afluencia de gente. Entre vivas y aplausos los costaleros portaron la talla, eso sí, tras desmontarla del trono grande para poder maniobrar sin problemas en el interior el templo.

«Ha sido una procesión curiosa y original», señaló Abellán antes de dar la bendición, «pero hay que aceptar la vida como es y las cosas como vienen». Y tras agradecer su comprensión a los presentes cerró las Fiestas Mayores con vivas al Cristo, a la Virgen y a Elda.