Tradición recuperada. La Comisión de la Traca da por consolidada la antigua tradición de lanzar grandes globos aerostáticos con motivo de las Fiestas Mayores de Elda que volvió a instaurarse el año pasado. Así, los eldenses volverán a disfrutar de este espectáculo este año además ampliado con la suelta el día de la Salve, el próximo sábado, de un gran aerostático transparente y azul iluminado desde la Plaza del Sagrado Corazón, junto a la iglesia de Santa Ana.

El responsable de la Comisión de la Traca, Pedro Poveda, aseguró ayer que «todo está preparado» para los días grandes y que ya han realizado incluso las pruebas de hinchado de los globos. La propia comisión se encarga de confeccionar los cuatro globos realizados en papel biodegradable e hinchados con helio que soltarán durante las fiestas y que este año incluyen también uno especia que se lanzará el día del Cristo. Medirá ocho metros de alto por cinco de diámetro y estará adornado con varios colores. Por su parte, el reservado para el día de la Virgen será azul y plata y el del día del Cristo, granate, negro y oro. Además, como se dio la circunstancia de que la comisión finalizó el globo para el día 8 el pasado 24 de julio, decidieron homenajear a las víctimas del accidente ferroviario de Santiago de Compostela y el globo azul y plata llevará prendidos 79 lazos negros.

Excepto el aerostático del día de la Salve, los demás se lanzarán desde la Plaza Mayor, donde además se unirán los realizados por cerca de una veintena de colectivos que llenarán la plaza los días 8 y 9. Poveda calcula que cada día se lanzarán una decena de globos y avanzó que «gracias a la ayuda de CaixaPetrer habrá una sorpresa en la Plaza Mayor» que, según aseguró, «tendrá una decoración espectacular en Fiestas». Lo que sí desveló es que se colocarán los llamados «globos cautivos» en los bancos para que el público pueda hacerse fotos con ellos.

Fue el zapatero eldense Manuel Martínez Lacasta quien en 1899 instauró la tradición de lanzar globos de papel al cielo los días de las Fiestas Mayores, que se conservó hasta 1959.