Los zapatos son uno de los productos que no faltan en la bolsa de la compra de la vuelta al cole. El curso escolar comienza en la Comunidad Valenciana el 9 de septiembre para los niños de Infantil y Primaria. Por ello, las familias en estos días se afanan en comprar el material escolar, los uniformes y los zapatos, que lucirán los más pequeños en el cercano otoño. Así, el Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana ha redactado unas recomendaciones sobre el calzado infantil para cuidar la salud de los pies de los niños y que son las que se siguen en la industria del ramo en Villena.

«La elección de los zapatos es importante como un factor más de salud y, en este sentido, los pies en crecimiento de los más pequeños requieren especial atención» indica este colegio, que destaca que «cuando comienzan a andar es indispensable que permitan el movimiento de las articulaciones».

Desde el ICOPCV se informa de que hay que ser especialmente cautelosos en el tramo que va de los 3 hasta los 7 años porque es cuando los más pequeños maduran la marcha hasta equipararla a la de los adultos y comienzan a realizar actividades físicas. En esas edades es fundamental utilizar un zapato resistente, con buena sujeción y flexible. Junto a ello se recomienda revisar que el tallaje no ha quedado pequeño porque cada tres meses el pie crece entre 7 y 8 milímetros y es preciso controlarlo porque los niños no suelen darse cuenta de que el zapato les aprieta ya que sus dedos son muy elásticos y pueden comprimirse sin provocar dolor.

Los zapatos y deportivos que los padres compren estos días a sus pequeños tendrán que soportar más de 850 horas lectivas del curso 2013-2014 y otras tantas de juego. Un trabajo duro para unos zapatos que deben ser suaves y flexibles para evitar las rozaduras en la sensible piel de los niños así como resistentes a los balones, toboganes y carreras. Otro de los aspectos que los padres deben tener en cuenta es el agarre al suelo para evitar resbalones y caídas y que el interior del calzado esté bien acabado para no sufrir rozadura.

En Villena, la cuna del calzado infantil, llevan años adaptando la fabricación del calzado a las últimas investigaciones desarrolladas por el Instituto de Biomecánica Valenciano (IVB) y el Instituto Tecnológico del Calzado (Inescoop) que buscan la mejor forma para que el zapato de piel favorezca el buen desarrollo del sistema nervioso, mejore el equilibrio y respete el aparato locomotor.

La moda es un elemento fundamental en el calzado del niño, y cada año más. Tal y como indicó Vicente Amorós de la empresa villenense Calzados Gulliver «cada vez se pide más diversidad de modelos, más moda». Pero, los industriales saben que la estética no está reñida con la salud de los pies. En las fábricas de Villena las hormas, que dan el ancho a los zapatos, son generosas y las punteras son redondas y amplias para favorecer la libertad de los dedos.