Una buena campaña de uva de mesa en el Alto y Medio Vinalopó. Esta es la expectativa de la organización agraria la Unió nada más comenzar las tareas del embolsado en los campos de la comarca.

El fuerte pedrisco que cayó el pasado mes de mayo dañó parcelas enteras de este fruto pero, según las valoraciones posteriores, «no han resultado, en general, tan relevantes como se temía en un principio». De hecho, el responsable de este producto en el sindicato, Enrique Sánchez, precisó que para este campaña los productores esperan recolectar unos 40 millones de kilos de uva con Denominación de Origen porque «hay cantidad». No obstante, admitió que «aún es pronto para echar las campanas al vuelo porque quedan varios meses por delante y la cosecha depende de varios factores».

Además, manifestó que los daños de la citada granizada «están ahí, desaparecieron parcelas enteras sobre todo en Novelda». Sánchez explicó que será el próximo mes de septiembre cuando las aseguradoras visitarán de nuevo el campo, aunque será antes de la recolección, en octubre y noviembre cuando puedan valorar los daños reales.

En cuanto a cantidades por variedades estimó que se recogerá más o menos la misma cantidad de la Aledo, mientras que subirá la de moscatel. Además, el responsable de la uva de mesa del Vinalopó confirmó que la tendencia de los últimos años es que se vaya incrementando la superficie cultivada de este producto en la zona. El motivo principal es la crisis, ya que, explicó, «muchos de los hijos de los agricultores que se habían marchado del campo a otros sectores han vuelto al refugio de la agricultura». Asimismo, Sánchez destacó el «alivio» que supone para muchas economías familiares el mes que dura la campaña del embolsado.

Esta práctica originaria del Alto y Medio Vinalopó de embolsar la uva para protegerla no libra a la cosecha de las adversidades climatológicas. En este sentido, Sánchez recordó que «habrá que esperar a ver cómo madura el fruto y que no llueva mucho durante los meses de octubre y noviembre».