La estación de Elda ha pasado de ser una de las más transitadas de la provincia de Alicante a perder gran parte de su atractivo para los viajeros, corriendo el peligro de convertirse en una parada fantasma. La llegada de la alta velocidad ha caído como una guadaña sobre la terminal por la suspensión de los trenes Madrid - Alicante en las vías de ancho ibérico. Adiós ha tenido que decir Elda, a regañadientes, a los más de 155 años de conexión con la capital de España.

Por otra parte, los cinco ferrocarriles diarios que conectan Alicante con Valencia y que tienen parada en la estación Elda-Petrer le siguen dando algo de vida, sobre todo los fines de semana cuando el servicio se refuerza por la llegada de los estudiantes, sus principales viajeros. También, por el momento, mantiene su relación con Ciudad Real con dos servicios diarios por sentido, el segundo de ellos puesto en marcha en 2010.

Los vecinos de Elda no sólo pierden las frecuencias ferroviarias que le conectaban a la estación de Atocha, que pasan de 7 a 0, sino que también ven mermadas los traslados a Alicante con sólo ocho ferrocarriles en activo frente a los quince de hace unos días.

La devastadora situación para la estación de Elda que ha supuesto la puesta en marcha del AVE en la provincia ha conseguido que los grupos políticos se unan para instar a Renfe a que les dote de un servicio de cercanías con Villena y Alicante y que, además, permita conectar a las poblaciones de la comarca con el campus de la Universidad de Alicante.

Pero no sólo Elda sino también Villena y Monóvar están haciendo un esfuerzo por recuperar aquellos ferrocarriles de antaño que paraban en cada una de las estaciones del corredor del Vinalopó. Unas locomotoras llenas de pasajeros, que recurrían a este servicio para pasar un día en la playa. Ahora en tren, les resulta más fácil a los madrileños llegar al centro de la capital de la provincia cargados de sombrilla y tumbona, que a los vecinos del interior.

En el siglo XIX

El 4 de septiembre de 1852, José Viudes, marqués de Rioflorido, obtenía la concesión de la línea de Almansa-Alicante y en aquel momento se empezó a idear la estación de Elda. El ingeniero Agustín Elcoro Berecíbar proyectó siete estaciones para la línea Almansa-Alicante, entre ellas la de Elda, de tercera clase, que se inauguró el 26 de mayo de 1858.