"Cuando la vida deja de tener sentido...Hablemos del suicidio" es el título de la conferencia que el psicólogo de la UCA de Villena ha impartido en la Fundación Paurides de Elda en un acto organizado por la concejalía de Sanidad.

¿Por qué el suicidio?

Porque se cae en la desesperanza. Mientras hay esperanza hay vida y por eso la esperanza es la clave para evitar el suicidio.

¿Y es bueno hablar del tema?

Por supuesto que sí. Del suicidio hay que hablar y las familias que lo han sufrido no deben ocultarlo. Para atajar los problemas de los accidentes, el sida, el acoso escolar, la anorexia, la violencia doméstica o las drogas se han realizado grandes campañas informativas y, sin embargo, el suicidio parece ser un tema tabú y ese es el gran error.

¿Y a quién es achacable?

A toda la sociedad en general y al sistema sanitario en particular porque la prevención, que es esencial, sigue siendo una asignatura pendiente y no debemos olvidar que la depresión se trata y el suicidio se previene. Y en este sentido el papel de los medios de comunicación también es fundamental.

¿Es cierto que con la crisis, el paro, los desahucios y la falta de futuro hay más suicidios?

No. Es falso afirmar que la crisis está disparando los suicidios en España. Los últimos datos que ha ofrecido el Instituto Nacional de Estadística y que corresponden al año 2011 -en plena crisis- no reflejan un aumento en el caso de personas que han decidido quitarse la vida. De hecho, en alguno de los años en los que vivíamos inmersos en el "boom" económico hubo más suicidios que en 2011.

Pero no puede negar que la recesión económica influye.

Efectivamente. Perder el trabajo, la casa o tener que pedir comida o alojamiento para subsistir es un factor que puede llevar a alguien a decidir acabar con su vida. Pero no es el único. En el suicidio influyen muchos factores y no surge de forma espontánea. Se planifica y a veces durante muchos meses.

¿Y cómo se puede prevenir?

Para prevenirlo primero hay que detectarlo y para detectarlo hay que estar atentos a una serie de señales como los silencios, los cambios de humor, las calmas repentinas, visitar lugares no habituales, bajar la cabeza, regalar cosas personales a modo de despedida, aislarse, abandonar los estudios o el trabajo y las frases del tipo: "soy un perdedor"; "esta vida es un asco"; "soy una carga"; "ya no lo soporto más"; "me voy a matar"...

Pero se suele decir que el que lo dice al final no lo hace.

O sí. Cualquier amenaza de suicidio debe considerarse consumable. También se dice que quien lo intenta una vez al final lo logra, cuando no tiene porque ser así.

¿Quién se suicida más el hombre o la mujer?

Los hombres lo consuman tres veces más que las mujeres y las mujeres lo intentan tres veces más que los hombres.

¿Cuál es la clave para evitarlo?

La esperanza. Mientras hay esperanza hay vida. Esa es la clave.