El proyecto "estrella" del Plan Confianza en Novelda, el nuevo pabellón polideportivo municipal en el que la Generalitat Valenciana iba a invertir 1.850.000 euros, no sólo acumula un retraso que supera ya los dos años sino que se enfrenta a un futuro incierto, que podría despejarse en 2013 con la mala noticia de que la ciudad se queda, definitivamente, sin esta infraestructura tan demandada desde hace décadas por los noveldenses.

La obra la solicitó el equipo de gobierno de la anterior legislatura, el cuatripartito que formaban PSOE, Bloc, Esquerra Unida y Els Verds y que lideraba el alcalde socialista Mariano Beltrá, y el Consell la aprobó concediendo para su construcción y equipamiento cerca de dos millones de euros, la mayor inversión de todas las otorgadas para Novelda por el también conocido como Plan Camps.

Los proyectos arquitectónicos se redactaron y aprobaron y el Ayuntamiento de Novelda cumplió con la exigencia de ceder a la Generalitat una amplia parcela de suelo dotacional situada en la zona privilegiada de María Cristina, junto al complejo deportivo privado Salud y Agua que lleva tres años cerrado y en proceso de vandalismo y saqueo.

La obra del nuevo pabellón se adjudicó en 2009 al Grupo Generala y, a principios de 2010, la constructora envío a sus operarios para acotar el perímetro de la parcela con una valla instalando, incluso, una caseta para los trabajadores que debían finalizar la obra en un plazo de diez meses. Sin embargo, a los pocos días la empresa adjudicataria se llevó la caseta a otro lugar y desde entonces la parcela donde debía construirse la nueva infraestructura deportiva no ha sido pisada por ningún albañil, encontrándose sumida en el abandono.

Según se ha informado desde el grupo socialista, ahora en la oposición, la firma Generala se vio abocada a un concurso de acreedores -suspensión de pagos- por los reiterados incumplimientos económicos de la Generalitat. "Así que en esta obra que debería haberse inaugurado antes de 2011 sigue, a día de hoy, sin ponerse un solo ladrillo y lo que es peor -advierte el concejal socialista Iván Ñíguez- no sabemos si el Gobierno valenciano va a seguir prorrogando en 2013 la subvención destinada a financiar el proyecto o, por el contrario, lo va a abandonar a su suerte". Cabe precisar al respecto que mientras no se resuelva el concurso de acreedores al que está sujeto la empresa contratada la obra no se puede adjudicar de nuevo a otra empresa. "Confíamos, sin embargo, en que nuestra alcaldesa Milagrosa, que tanto poder tiene en Valencia, intervenga para que la subvención se prorrogue y la obra comience lo antes posible", concluye con ironía Ivan Ñíguez.