El Cabildo de Sax es único en la Comunidad Valenciana y así lo pudo constatar en la tarde de ayer el responsable de la dirección general de Patrimonio Cultural que se desplazó a la villa, ex profeso, para asistir a esta peculiar asamblea de origen medieval de la que pudo comprobar su relevancia, participación y singularidad. A él le compete emitir uno de los informes que se incorporará al expediente que, según ha podido saber este diario, culminará el próximo año con la catalogación del Cabildo como Bien de Interés Cultural (BIC) de carácter inmaterial. Es lo que espera el Ayuntamiento de Sax tras solicitarlo formalmente a la Conselleria de Cultura, con la unanimidad de todas las fuerzas políticas, en el mes de julio de 2010, en la misma sesión ordinaria en la que se inauguraba el reformado salón de plenos.

El Cabildo es un concejo con más de cinco siglos de antigüedad donde los vecinos de Sax se reunían para decidir sobre los asuntos más relevantes de la vida política, social y económica del pueblo. A pesar del transcurso del tiempo y de las diferentes órdenes reales que prohibieron este tipo de asambleas, la institución se ha conservado con gran fidelidad en Sax, aunque la temática que se aborda ahora tiene que ver, únicamente, con el desarrollo de las Fiestas de Moros y Cristianos que se celebran tradicionalmente del 1 al 5 de febrero. De hecho, todavía se sigue convocando a toque de campana en la plaza de la ermita del patrón San Blas y, aunque antaño se celebraba en domingo por ser el día de descanso en las labores del campo, desde hace ya muchas décadas tiene lugar siempre a primera hora de la tarde del segundo día de Navidad.

En la mesa presidencial se encuentran representados todos los poderes de la villa -el alcalde, el cura y el comandante de puesto de la Guardia Civil- pero quien ejerce la presidencia efectiva es el responsable de la Mayordomía de San Blas, que es la máxima entidad organizativa de las Fiestas de Moros y Cristianos, y le acompañan sus vicepresidentes, los presidentes de las ocho comparsas y el alcalde de fiestas, entre otros.

Pero la fuerza reside en el pueblo, en este caso en los festeros, que aprueban o desaprueban las propuestas, las cuentas y los cargos festeros de la Mayordomía y elevan al criterio de la asamblea sus sugerencias, ruegos, dudas, quejas, críticas, felicitaciones y preguntas. En ocasiones basta el abucheo o el silencio indiferente de los reunidos para que la intervención de un festero no sea ni siquiera tenida en cuenta por la mesa del Cabildo. Por contra, una ovación, un gesto de aprobación mayoritario o la exposición de varias opiniones abundando en la misma dirección es razón de peso para que la Mayordomía tome buena nota de una propuesta, incluso siendo contraria a la misma.

La petición para que el Cabildo de Sax sea catalogado BIC partió de la alcaldesa socialista Ana Barceló y ahora el alcalde popular Vicente Gil espera culminar el proceso. También las comparsas se han sumado en bloque a la solicitud y han comenzado a recoger firmas de adhesión. Una adhesión que la Undef ya refrendó en 2010 y que ayer su presidente, Francisco López, reiteró simbólicamente acudiendo a la plaza de la ermita para presenciar el Cabildo de Sax.