El Ayuntamiento de Elda ha puesto fin a su relación contractual con Limasa, la empresa que desde 2008 se ha venido encargando de la limpieza de los edificios públicos. Así se resolvió ayer en el marco de una comisión de contratación convocada de urgencia y en la que se aprobó la rescisión del contrato. Aunque el contrato vencía en cualquier caso el próximo 9 de diciembre, la ley que regula los contratos públicos admite un año de prórroga siempre que ambas partes estén de acuerdo, algo que no ha ocurrido en este caso y que ha derivado por tanto en que Limasa dejará de prestar este servicio en Elda.

Mientras que a la oposición le pilló por sorpresa la convocatoria de la comisión de contratación para abordar este tema por la vía de urgencia, el concejal de Servicios, Alberto García, explicó al ser preguntado al respecto que la decisión de no prorrogar el contrato durante un año más obedece a que hay que reestructurar el servicio y que el Ayuntamiento entiende que puede obtener "condiciones más ventajosas" mediante una nueva adjudicación. "Igualmente, transcurrido un año, hubierámos tenido que convocar necesariamente un nuevo concurso, con lo que entendemos que si lo hacemos ahora podemos beneficiarnos de unas mejores condiciones", apuntó el edil, que añadió que, en cualquier caso, la empresa asume el compromiso de mantener el servicio durante seis meses más, mientras se culmina el proceso de adjudicación.

Dichas condiciones más ventajosos a las que aludía García se refieren fundamentalmente a mejoras en la prestación del servicio pero también en el coste, ya que aunque la licitación saldrá por 1,6 millones, el mismo precio que en esta última etapa (el servicio en 2008 se ajudicó por 1,9 millones al año, pero en 2011 se rebajó en 300.000 euros), se valorarán las ofertas a la baja. En cuanto al servicio, el nuevo pliego de condiciones aumentará la superficie de dependencias públicas a limpiar con respecto al contrato anterior. Y es que, como consecuencia de las obras financiadas tanto con el Plan E como con el Confianza, hay nuevos edificios públicos que en 2008, cuando se adjudicó el contrato, no existían, desde el nuevo campo de fútbol al centro polivalente de Las 300, el reconvertido "campus" de la Eurle en nuevo colegio Miguel de Cervantes, etc. Aunque el concejal no aludió expresamente a este asunto como eje del desacuerdo con Limasa para resolver no prorrogar el contrato, podría tener mucho que ver, por cuanto a que a la empresa se le rebajó el coste (en 300.000 euros) coincidiendo con un aumento de la superficie a limpiar, caso por ejemplo del nuevo campo de fútbol, cuya situación de insuficiente limpieza y mantenimiento quedó de manifiesto prácticamente desde su misma inauguración. Esta infraestructura, entre otras muchas, no estaba incluida en el contrato de 2008.

La oposición se abstuvo en la votación y el PSOE adujo que estará "vigilante" por las posibles repercusiones en el servicio y la situación de los trabajadores.

Amonestación a tres empleadas de Limasa

El nuevo Pepico Amat es una de las nuevas infraestructuras cuya limpieza debía asumir Limasa aunque no estuvieran incluidas en el contrato. El caso es que la situación de insuficiente limpieza pronto quedó de manifiesto, una circunstancia de la que este periódico se hizo eco, y que ha tenido como consecuencia que Limasa amonestara a tres de sus trabajadoras. A dichas empleadas, que tenían encomendada la limpieza tanto del viejo como del nuevo campo, se les achaca una falta leve. Las trabajadoras alegan que no tenían tiempo suficiente y que ni siquiera disponían de las llaves de acceso.