El rostro más amargo de esta cruda crisis lo encarnan, sin lugar a dudas, quienes a estas alturas ya lo han perdido todo o casi todo y no tienen ni para comer, una situación que, según las estimaciones de la ONG Consignas Solidarias, puede llegar a estar afectando a unas 1.500 familias en la ciudad de Elda. Muchas de ellas reciben la asistencia de los tres bancos de alimentos que operan en Elda (Cáritas, Cruz Roja y Consignas Solidarias) pero otras tantas están en lista de espera. Unas 600 familias aproximadamente, según calcula la ONG Consignas Solidarias, a razón de una media de 200 por cada banco de alimentos, auténticamente colapsados por el incesante goteo de demandas a medida que la crisis ha seguido, y sigue, sin dar tregua.

Todas estas familias ponen la cara a una pobreza que resulta más familiar y cercana que nunca antes y es que a estas alturas "quién no tiene entre sus familiares, entre sus allegados o entre sus conocidos a alguien que esté en el paro, que haya agotado su prestación de desempleo y que esté viviendo en una situación desesperada", según reflexiona Isabel Durá, responsable de Consignas Solidarias, colectivo que mensualmente asiste alimentariamente a 150 familias de Elda.

En un contexto en el que los bancos de alimentos también han sido víctimas de los recortes y en el que con menos recursos hay que ayudar a más personas, cualquier contribución es poca. Tanto Consignas Solidarias como Cáritas y Cruz Roja suelen destacar la notable solidaridad de los eldenses, pero siempre se necesita más. Con este objetivo, para poder llegar a cubrir las necesidades básicas de todas estas familias, Consignas Solidarias está promoviendo en los centros educativos eldenses una campaña, al uso de la "del kilo" pero con ciertos matices. La iniciativa ha arrancado en el colegio público Juan Rico y Amat, de cuya Asociación de Padres de Alumnos es a su vez presidenta Isabel Durá. Lo que se pide es que cada niño, en la medida de sus posibilidades, aporte los kilos que pueda, y para optimizar los resultados, se especifica, por cada ciclo educativo, lo que tienen que llevar, para que no se dé una coincidencia mayoritaria de algún tipo de alimento a costa de la escasez de otros. Por ejemplo, a los niños de primer curso de Infantil se les ha pedido azúcar y a los de segundo curso lentejas, mientras que, por su parte, los profesores, que también se han sumado, han aportado aceite, uno de los productos que más suele escasear por su precio más elevado. También es muy necesaria la leche, según destacaba Reme, miembro igualmente del ONG eldense Consignas Solidarias.

Traslado a todos los centros

A la campaña de recogida de alimentos en el Juan Rico y Amat se han sumado 375 niños sobre un total de 400 alumnos: "Una muestra más de la solidaridad que siempre demuestran los eldenses", según apuntaba Isabel Durá. A la iniciativa que ya ha comenzado en el Rico y Amat se han sumado por el momento el colegio público Padre Manjón y la Escuela Infantil El Puente. Pero el objetivo es que todos los centros conozcan esta campaña y se sumen. A este respecto, la concejal de Educación, Cristina Gomis, se comprometió ayer a trasladar esta campaña solidaria a todos los centros educativos de la ciudad, no solo colegios sino también institutos, el Conservatorio de Música, etc., y felicitó a Consignas Solidarias y al colegio Juan Rico y Amat por su iniciativa.

La presidenta de la APA del Rico y Amat, y a su vez responsable de la ONG, puso en valor el hecho de que los más pequeños, también los jóvenes, aprendan a ser solidarios y que con granitos de arena también se ayuda. "Es importante que tomen conciencia de que, como consecuencia de esta crisis brutal, el que necesita ayuda puede ser su vecino", apuntó Isabel Durá.

Tener que hacer más con menos recursos

Pasa quizá más desapercibida que Cáritas y Cruz Roja, pero su labor es igualmente importante. ONG eldense y creada por eldenses, Consignas Solidarias actúa como uno de los tres bancos de alimentos que asisten a las familias necesitadas de Elda. Inició su andadura en el año 2005 y muy pronto vio redoblados sus niveles de asistencia para apoyar las nuevas necesidades que han ido surgiendo de la mano de esta crisis. Actualmente, la organización solidaria asiste alimentariamente a 150 familias al mes y afronta, al igual que Cáritas y Cruz Roja, unos recortes de recursos que coinciden con los mayores picos de demanda que se recuerdan.