La muerte de José Pérez López en octubre de 2006 causó una honda conmoción en el pueblo de Sax donde era muy conocido por su condición de músico y muy apreciado por su carácter jovial. Tenía 41 años, era padre de una niña de 8 años y un niño de 2 y decidió someterse a una operación -aparentemente sencilla- de hernia de hiato en el Hospital General de Elda. Pero perdió la vida en el quirófano por un fallo en la suturación a consecuencia de un defecto en la grapadora empleada en la intervención. Eso es, al menos, lo que alega la Conselleria de Sanidad para exonerarse de cualquier responsabilidad y defender que los dos cirujanos presentes en el quirófano actuaron correctamente, conforme a la Lex Artis, sobreviniendo una "complicación imprevisible e inevitable".

El fallecimiento fue repentino y se produjo por hemorragia súbita al pellizcarle la aorta, la principal arteria que pasa a un centímetro del esófago. Sin embargo las pruebas han desaparecido. Nada se sabe ni del aparato defectuoso ni de las grapas empleadas y, durante seis años de procedimiento judicial, la versión oficial ha ido variando sustancialmente hasta admitir ahora el inspector médico en un informe que, efectivamente, existió un fallo en la técnica de utilización de la grapadora.

Pero no es lo único. Tampoco había en el Hospital de Elda un cirujano vascular para intervenir si era necesario, como hubiera requerido este triste caso, ni el consentimiento informado de 28 páginas de complejo lenguaje que firmó el paciente le advertía a él, y a sus familiares, que la operación sería complicada, que el material que se iba a utilizar podía fallar, que ante la proximidad de la aorta podían pellizcarla produciéndole una hemorragia mortal y que podía haber elegido una operación menos arriesgada que la vía laparoscópica que se le practicó.

La viuda acudió en primer lugar a la vía penal al considerar que pudo haber existido una negligencia médica pero el procedimiento fue sobreseído por el Juzgado de Instrucción Número 3 de Elda en virtud de un informe del médico forense, que según mantienen los abogados de Ana Palao, es una copia literal e íntegra extraída de internet. Algo que para los letrados alicantinos Rafael Mira Zaplana y María José Carmona es "vergonzoso en indigno porque demuestra una falta de interés absoluta por investigar una muerte absurda que ha destrozado a una familia entera y ha dejado huérfanos a dos niños".

Abandonada la vía penal se acudió a la vía administrativa por responsabilidad patrimonial en julio de 2009 pero se agotaron los plazos sin obtener respuesta alguna por parte de la Conselleria de Sanidad. Así que hace ahora un año los abogados de Ana Palao plantearon un contencioso administrativo en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana que sigue pendiente de resolución y en el que solicitan 300.000 euros de indemnización.

Frente al "ocultismo" de la Administración la viuda de José Pérez López sólo quiere saber la verdad y la espera se le está haciendo muy larga, muy costosa y tremendamente amarga.

"Que paguen el error y que no vuelva a pasar"

Dice Ana que tanto ella como sus hijos necesitan que este asunto acabe ya. "Sólo quiero saber qué fue realmente lo que ocurrió en el quirófano, que los médicos paguen el error que cometieron y que no vuelva a pasar algo así", comentaba ayer en su casa de Sax. Para ella sí que se produjo un fallo y sus abogados también lo consideran así argumentando que "los cirujanos cerraron la grapadora y se bloqueó y pese a ello decidieron seguir usándola. Se dieron cuenta de que no había grapado bien y, en lugar de coser a mano tal y como se debe hacer en esos casos, realizaron un tercer grapado y eso fue lo que le produjo la hemorragia que lo mató".