A las puertas del cementerio municipal de Petrer, en las inmediaciones de la carretera Antigua a las afueras del municipio, unos grandes bloques de mármol se amontonan de forma descontrolada en el parque de entrada al recinto sagrado, frente a las puertas de acceso. Desde lejos, los restos parecen que procedan de alguna obra arrojados sin ningún tipo de control y lo que no hacen sino que ensuciar la imagen del paraje, una pequeña zona, rodeada de matorrales, flores y árboles.

Una vez cerca del jardín se puede observar que lo que parecían materiales de alguna obra o bloques de piedra natural procedentes de alguna excavación de mármol son restos de la antigua Cruz de los Caídos, que se encontraba ubicada en el antiguo colegio Primo de Rivera en pleno centro urbano de Petrer. Entre los grandes bloques de mármol, una multitud de elementos decorativos adornan los restos. Así, si uno se para a observar puede apreciar distintos matices característicos de la época franquista. Por ejemplo, y el más llamativo, ya que se conserva en muy buen estado, es el escudo franquista representación máxima de la dictadura del general Francisco Franco, que se duró más de 35 años.

El bloque, donde se aprecia el escudo con el águila y bajo el lema "Una grande libre", no deja lugar a dudas de que se trata de los restos de la cruz. Un emblema construido tras la guerra civil en la mayoría de ciudades españolas donde acaeció la contienda y que servía en el municipio para rendir homenaje a los fallecidos durante la guerra civil, que enfrentó al bando de los republicanos con los militares que luchaban bajo el mando del dictador Francisco Franco.

Con la entrada del gobierno socialista al país a finales del año 1982, en lo que fueron las segundas elecciones democráticas tras la larga dictadura de Franco, la Cruz de los Caídos fue traslada al cementerio municipal donde actualmente se encuentra y según afirman desde el Ayuntamiento, colocada en su posición original, hace 30 años. Sin embargo, todo apunta que el paso del tiempo y el poco mantenimiento y dejadez de los grupos políticos que han pasado por el equipo de gobierno en Petrer, provocó que la escultura se desprendiese, manteniendo su estado actual. Un estado que a nadie en el municipio parece importar ya que aparece llena de pintadas.

Aunque presumiblemente el dejar los restos en el cementerio era una medida provisional para colocar los restos de la cruz de los caídos en una zona apartada del municipio que no provocasen un conflicto político en los residentes, hace ya más de 30 años que están arrojados "ensuciando" el entorno y parece que la zona se convertido en la única solución.

La dejadez por parte de los grupos políticos ha estado patente en los equipos políticos que han gobernado en el municipio de Petrer durante los 30 años que este emblema ha estado a las puertas del cementerio. Y es que, y pese a que entre los petrerenses no es grato recordar la cruz de los caídos, puesto que la mayoría lo rechazan, el parque de un cementerio no es lugar para dejar los restos de la memoria histórica, independientemente de que los restos históricos quieran o no ser conservados.