El río Vinalopó se está secando a marchas forzadas. A su paso por Elda apenas lleva ya agua. Se asemeja más bien a una acequia de riego y la razón se debe a la falta del aporte estable de un caudal ecológico. Y mientras está figura legal no exista, y la Confederación Hidrográfica del Júcar no vele por tanto por su efectivo cumplimiento, las depuradoras de aguas residuales situadas en Elda y Villena no tendrán obligación alguna de arrojar sus caudales, o parte de ellos, al cauce del Vinalopó.

Esta situación, que ha sido denunciada por la Asociación Encuentros del Vinalopó, responde a un problema crónico de gestión de aguas. Debido a la sobreexplotación que sufren los acuíferos de la cuenca los aportes hídricos de origen natural que llegan a fluir por el río son muy escasos. Desde el término de Villena hasta su desembocadura en Santa Pola el caudal permanente depende, en su mayor parte, de las depuradoras. Cada planta aporta más o menos, en función de la población de su municipio o mancomunidad, y con mejor o peor calidad en virtud de lo sofisticada que sea la planta y del tipo de industria que esté asentada en la zona.

Pero el río Vinalopó no dispone de un caudal mínimo establecido de forma oficial, por lo que cualquier comunidad de regantes o empresa puede pedir el uso de las aguas depuradas para fines particulares. "Y la demanda va a depender de la disponibilidad de otras fuentes como pozos y trasvases por lo que, en años tan secos como éste, la creciente solicitud del caudal de las depuradoras por parte de los agricultores pone en estado crítico todo el ecosistema del río", señala el ecologista Javier Martínez puntualizando, al respecto, que uno de sus principales aportes lo realiza la depuradora de Villena vertiendo sus aguas a la Acequia del Rey y ésta, a su vez, al Vinalopó. "Pero en la actualidad este aporte es casi nulo y está provocando la desecación del río a su paso por Elda; y por eso desde esta asociación nos preguntamos si ¿han empezado a asumir los políticos de Sax, Petrer y Elda que en muy poco tiempo podrían perder el río que da nombre y origen a sus comarcas?; y también nos preguntamos si ¿puede permitirse una ciudad como Elche, Patrimonio de la Humanidad, tener el entorno más querido y valorado por sus habitantes como es la zona del pantano en completo abandono y ruina pese a su gran potencial turístico de naturaleza?". Precisamente a Elche se ha desplazado un grupo de jóvenes de Petrer y Sax, todos ellos integrantes de Encuentros del Vinalopó, para disfrutar durante tres horas de una jornada de piragüismo por el pantano. Una "navegación reivindicativa" para poner de manifiesto la exclusiva riqueza biológica, geológica y patrimonial del río y, de paso, resaltar el gran potencial lúdico y turístico que tiene su cuenca, a través de la gestión respetuosa del entorno y sus especies.

"No debemos resignarnos a cambiar el nombre de río Vinalopó por río Seco. El futuro de nuestra identidad está en juego y el tiempo corre en nuestra contra", advierten los defensores del Vinalopó.