La naturaleza se resiste a la depredadora acción del hombre y sus criaturas luchan por adaptarse a un medio ambiente cada vez más hostil y degradado. El ejemplo más reciente es el descubrimiento de otra especie que se creía extinguida hace 30 años en el río Vinalopó y que, sin embargo, ha permanecido oculta logrando sobrevivir. Primero entre el fango y la vegetación y ahora entre los desperdicios y las aguas contaminadas. Se trata del Galápago Leproso, un reptil autóctono y acuático, especie exclusiva de la Península Ibérica y el norte de África, que ha sido localizado esta misma semana en varios enclaves contaminados de los cursos alto y medio del río Vinalopó.

Pese a la mala calidad de las aguas, el Leproso ha conseguido reproducirse y formar una colonia estable sin que ningún técnico ni organismo oficial se haya percatado de ello. Sólo los integrantes de la Asociación Encuentros del Vinalopó han conseguido localizarlo, identificarlo e informar del descubrimiento a la Conselleria de Medio Ambiente. "Estamos ante una gran noticia porque se trata de una especie de interés faunístico y sus poblaciones están en fuerte regresión y, de hecho, aparece como vulnerable en el Catálogo Valenciano de Especies Amenazadas de Fauna", han indicado los ecologistas Mari Carmen Brotons y Javier Martínez.

Dicen ambos que las labores de investigación, limpieza, ponencias, visitas y exposiciones están facilitando el descubrimiento de nuevas especies que ya se creían extintas en esta cuenca. A principios de año Salvatierra, un colectivo de Villena que colabora con la "Estrategia Vinalopó", descubrió la que podría ser la mayor población de Gallipatos -especie de tritón- de toda la provincia. La semana pasada, y aprovechando las V Jornadas de Encuentros del Vinalopó en Novelda, dos jóvenes mostraron la última colonia del pez Fartet en una balsa cercana al río. Y ahora aparece el Galápago Leproso, con su caparazón aplanado, alargado y de color verde oliváceo, su forma redondeada, su largo cuello y un cuerpo de 15 centímetros más veloz de lo que pudiera pensarse en los ejemplares adultos. Le gusta tomar el sol a la orilla y en invierno enterrarse en el barro. Así es el Leproso.

La captura directa de ejemplares como mascota, la contaminación y destrucción del hábitat y la introducción de especies invasoras son las principales amenazas de este reptil y por eso el grupo Encuentros del Vinalopó confía en que el descubrimiento de esta antigua especie, desaparecida en la década de los 80, sirva para una mayor protección y conservación del río.

Precisamente, desde hace algunos años un grupo de personas con inquietudes sobre el medio ambiente y la cultura, movidos por la necesidad de conocer y defender el territorio, encontraron sumido en el abandono el ecosistema que durante años ha abastecido a estas comarcas de los recursos necesarios para el desarrollo cultural y económico. "Eso nos llevó a contactar con los mayores expertos sobre naturaleza y patrimonio y empezamos a poner en marcha una estrategia a la que hemos denominado Encuentros del Vinalopó", explican los portavoces del colectivo, Javier Martínez y Mari Carmen Brotons, para quienes la principal herramienta es la divulgación de los valores y problemas del Vinalopó. "Queremos implicar a los ayuntamientos, colectivos, colaboradores, y vecinos para compartir la misma inquietud por conservar la naturaleza". Y para ello no sólo quieren obtener una figura oficial de conservación del río sino también crear una conciencia social proclive.