La rehabilitación de La Tafalera vuelve a estar encima de la mesa. Eso sí, sin plazos y sin financiación. Por el momento, el director general de Obras Públicas y Proyectos Urbanos, Vicente Dómine, puso de manifiesto ayer el compromiso del Consell de incluir en su nuevo plan de Vivienda (2013-2016) el proyecto para la regeneración urbana de la Tafalera. En este sentido, Dómine destacó que, más allá de otro tipo de actuaciones, los proyectos de rehabilitación urbana serán la prioridad y el eje de la política en materia de vivienda que desarrollará el Consell en los próximos años y, a este respecto, señaló la "idoneidad" del caso de la Tafalera por "sus inauditas posibilidades".

El dirigente del Consell visitó ayer la barriada eldense junto a la alcaldesa Adela Pedrosa y el equipo de arquitectos de Motril que en el año 2010 ganó el concurso europeo Europan 10 con su propuesta para regenerar la zona, a nivel urbano pero también ambiental y social. Precisamente esta propuesta, que los propios arquitectos explicaron ayer sobre el terreno al director general de Obras Publicas y la alcaldesa, será la base para la futura redacción del plan especial de rehabilitación.

El escollo de la financiación

Dómine destacó que el proyecto "cuadra perfectamente en este momento", por cuanto a que este mismo año terminará el actual plan de Vivienda 2009-2013 y actualmente se está trabajando en el nuevo. De cara a la inclusion del proyecto en este nuevo plan, la Conselleria ha contratado a los dos arquitectos de Motril para perfilar a lo largo de los próximos meses las bases de la actuación en La Tafalera, que se desarrollaría como plan especial.

El siguiente paso, la financiación, será ya más complicado y nuevamente se convertirá en el mayor escollo de un proyecto que lleva coleando años y años, quedando a expensas de las posibles ayudas tanto europeas, como estatales y autonómicas que se puedan conseguir. Los arquitectos destacaron, no obstante, que el proyecto, tal y como está planteado, deja abierta la posibilidad de ir acometiendo pequeñas actuaciones, contando igualmente con la colaboración de la iniciativa privada, una fórmula que respaldaron Dómine y Pedrosa.

Un reto siempre en mente pero sin avances prácticos

La propuesta que resultó ganadora en el concurso Europan abarca un ambicioso proyecto que, más allá del plano urbanístico, integra la dimensión social de la Tafalera, ante el notable arraigo que, durante la realización del trabajo de campo, los arquitectos detectaron entre los vecinos del barrio. El objetivo final del proyecto es regenerar una zona urbana que, aun muy cerca del centro y con una siutación privilegiada, se encuentra completamente aislada. La propuesta contempla promover una nueva tipología urbana que, con edificaciones de más altura que las casas actuales, permita liberar espacio, de cara a promover un mayor valor paisajístico, y plantea asimismo el aprovechamiento de los dos altozanos y de la vaguada, para permitir una conexión con el Peri del Vinalopó. No obstante, de momento sobre la mesa solo está la propuesta, que ya en su día, en 2010, recibió el visto bueno del Consell para que constituyera el punto de partida de un proyecto que lleva coleando en el Ayuntamiento desde hace años. Finalmente, parece que sí será el punto de partida, una vez que los arquitectos ya están trabajando con la Conselleria pero, con todo, la financiación, ahora más que nunca, será un gran obstáculo para un proyecto que siempre ha estado en mente, ya en su día con el PSOE, pero que no ha tenido avances prácticos.