Los terrenos donde se encuentra la escombrera de Bolón están vallados para impedir el acceso de vehículos. Sin embargo, a unos metros de la puerta de entrada, todavía se llevan a cabo vertidos incontrolados de todo tipo de residuos. Desde fragmentos de chapa de coches hasta colchones, pieles del calzado, electrodomésticos y bidés. Son las malas costumbres que tanto cuestan corregir.