A primeras horas de la mañana ayer y con motivo de la feria de las flores, la expectación al final de la calle la Rambla de Villena era máxima. Vecinos y autoridades se concentraban junto a la "Fuente del Garrofero", en la parte alta del casco antiguo, para proceder a la plantación de un algarrobo junto a la misma. El acto congregó a curiosos y vecinos quienes recordaban con nostalgia cuando, hace medio siglo, existía un árbol que daba nombre a esta fuente.

En un camión y ayudados por una grúa se instaló el árbol de algarrobo, después el vecino de más edad que se encontraba en la fuente y el más joven, procedían a echar la primera pala de tierra. Posteriormente hacían lo propio el alcalde de Villena, Javier Esquembre y el presidente de la asociación del Rabal, José Cabanes.

Ambos coincidieron en que este tipo de actividades intentan promover que los vecinos de otras zonas de la población se acerquen al casco antiguo con más normalidad. Los vecinos de esta zona del Rabal manifestaron su satisfacción por la plantación de este ejemplar de algarrobo, "al que se le va a cuidar mucho". Aprovechando la plantación demandaron la adecuación de la Fuente del Garrofero, muy deteriorada estéticamente. "Es muy positivo lo que se está haciendo en el barrio y esperamos que continúe su mejora", insistían.

La plantación se realizó en el marco del mercado de las flores, que en su novena edición volvía de nuevo a los alrededores del Castillo de la Atalaya, con un total de veinticinco expositores. A lo largo de toda la jornada de ayer, además, de la venta de plantas y utensilios de jardinería, se organizaron talleres sobre distintos tipos de jardines y se repartió semillas de árbol del amor para que los más pequeños la siembren.