El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) ha decidido declararle la guerra al rayo y para ello ha invertido 181.273 euros en la instalación de nuevos pararrayos en los 78 kilómetros de la línea ferroviaria convencional comprendidos entre la pedanía villenera de La Encina y Alicante capital.

Los nuevos dispositivos -autoválvulas- se colocan cada 500 metros y son más pequeños que los actuales pero más potentes, lo que incrementa la fiabilidad del sistema de alimentación eléctrica a los trenes ante posibles elevaciones de la tensión en la catenaria, algo que se produce por fenómenos eléctricos de origen atmosférico; fundamentalmente durante las tormentas de verano que una o dos veces al año, por término medio, suelen provocar averías de tal magnitud que es necesario cortar el tráfico de trenes y transportar a los pasajeros afectados en autobuses mientras los operarios de Adif reparan los daños. Tareas en las que pueden llegar a emplear entre dos horas y un día entero en función de los destrozos que puede provocar el propio tren si arrastra la catenaria a su paso tras el impacto del rayo.

El tramo férreo comprendido entre La Encina y Elda es el que históricamente sufre más incidencias de este tipo. Los datos que maneja Adif sitúan entre 20 y 30 el número de rayos que cae anualmente en la caja de la vía o cerca de ella. Pues bien, de todos ellos al menos dos llegan a cortar o fundir el cable de cobre de la catenaria y dejan a los trenes sin los 3.300 voltios de corriente continua que necesitan para circular. Fue precisamente lo que ocurrió en septiembre pasado cuando un rayo partió el hilo de la catenaria en el paraje Los Almendros, entre los términos de Caudete y Villena. Pero a partir de ahora los nuevos pararrayos autovalvulares van a desviar a tierra cualquier sobretensión eléctrica en el momento mismo en el que se produce la sobrecarga. Se sustituyen, por tanto, los tradicionales pararrayos de antena que llevan años prestando servicio aunque con menor eficiencia. En cualquier caso, el sistema de protección contra los rayos entre La Encina y Alicante se completará con los inhibidores, aparatos capaces de crear un campo magnético que rechaza la caída de rayos en un radio de aproximadamente 300 metros. Se instalarán en lugares estratégicos que necesitan una especial protección como las subestaciones eléctricas, cuadros de señales y otros puntos clave de catenaria.

Esta actuación de Adif, adjudicada a la empresa Elecnor, arrancó hace un mes y se realiza con un "ferrocamión" de lunes a viernes entre las 23.30 y las 5.30 horas para no dificultar el tránsito de los trenes. El equipo de trabajo lo componen tres operarios que avanzan a tres kilómetros por día con la intención de haber puesto el rayo a raya el próximo mes.