El concejal de Seguridad de Aspe, David Cerdán, celebra las manifestaciones del sindicato SPPLB sobre su intención de negociar con el Ayuntamiento, pero matiza que es la concejalía que él dirige la que espera la llamada de los delegados sindicales desde el pasado 27 de febrero, fecha de la última reunión mantenida con ellos para cerrar un acuerdo que se encuentra pendiente de aprobar por la Corporación local.

El edil no entiende la postura del SPPLB. "Mantuvimos un cordial encuentro el lunes 27 de febrero con dos de sus delegados en el que se habló de algunas matizaciones a un acuerdo que llevaban pendiente desde la anterior legislatura. La reunión terminó con el compromiso de seguir las conversaciones el 2 de marzo, cita que ellos anularon sin dar más alternativas", recordó ayer David Cerdán aclarando que las modificaciones planteadas, "exclusivamente desde la concejalía, no eran con carácter cerrado, sino para mejorarlas por la vía de la negociación. Por lo tanto no entiendo porque manifiestan ahora su intención de negociar, porque creía que era algo que ya todos teníamos claro". Y es por ello por lo que desde la concejalía de Seguridad se sigue a la espera de la respuesta de los delegados sindicales desde hace casi un mes. "Siempre he estado abierto a la negociación -insiste el edil- respetando las bases de un preacuerdo que garantice las condiciones de vida de los agentes de la Policía Local, que reduzca el absentismo laboral, mejore la calidad del servicio y ofrezca más presencia policial en la calles con un contacto más cercano con el ciudadano pero sin que ello suponga abusos para el Ayuntamiento". A su juicio "el acuerdo que les ofrece el equipo de gobierno -PSOE y EU- garantiza las reivindicaciones del SPPLB como son disponer de una jornada de ocho horas y media; un régimen de turnos que les ofrece trabajar ocho días y descansar siete seguidos lo que supone 16 días al mes y un plan de formación física en instalaciones municipales donde la mitad del tiempo lo pondría la Administración". No obstante Cerdán ha sido muy claro al afirmar que "las ventajas laborales que defiendo con el sindicato no excluye que defienda también los intereses de mis vecinos, que son quienes pagan con sus impuestos los sueldos de los agentes, y eso exige ajustes para evitar situaciones totalmente inasumibles en estos tiempos para el Ayuntamiento".