Todavía faltan dos meses y medio, pero los Moros y Cristianos ya calientan motores en Elda. Y este año más en versión "low cost" que nunca. Y es que sin querer renunciar a las fiestas, pero teniendo en cuenta que el bolsillo no está para bromas, opciones como vestirse de segunda mano están cogiendo un impulso sin precedentes. El "bajo coste" está de moda y así lo está pudiendo constatar un comercio de Elda que en las apenas tres semanas que lleva funcionando en el centro ya ha visto desbordadas todas sus previsiones, sobre todo teniendo en cuenta que aún quedan un par de meses para las fiestas. Frente al bajón de ventas que afecta mayoritariamente al comercio, la clave del éxito que está teniendo este negocio es haber dado de lleno en la diana, mediante una fórmula que permite sacar rendimiento tanto a aquellos que necesitan desprenderse de las prendas que acumulan en sus armarios festeros como a quienes quieren comprar pero sin gastar demasiado. Por su parte, el negocio asume un riesgo muy limitado, porque no compra las prendas sino que las acepta en depósito. En menos de un mes, la tienda para la que, como bien dice su nombre está siendo "coser y cantar", ha recibido unos 400 trajes festeros que, tal como entran, van saliendo. Ya han vendido más de 200 y todos los días van cogiendo nuevos pedidos. Además, también se realizan arreglos y se confeccionan trajes a medida.

Posibilidad de "reventa"

Pantalones, camisas, cinturones, chalecos, botas y todo tipo de de complementos, de todas las comparsas y de todas las tallas, se pueden adquirir a precios que resultan entre un 50 y un 70% más baratos que si se compraran nuevos. Una fórmula que está resultando muy atractiva para quienes ya están preparando sus atuendos festeros, sobre todo porque existe la posibilidad de volver a dejar las prendas otra vez en la tienda para que sean revendidas, siempre que estén en buen estado. Algo que por ejemplo le ha venido que ni al pelo a Pedro, un cliente. Las próximas fiestas recibirá, por cuestiones de trabajo, a cuatro visitantes alemanes que quiere que se sientan integrados en las fiestas, por lo que ha comprado cuatro trajes completos de Musulmanes que, pasados esos días, devolverá de nuevo al comercio.

Las propietarias de la tienda "Coser y Cantar", Anabel Poveda y Elena Sepúlveda, estaban convencidas de que les iba a ir bien, pero "no tanto y tan pronto". Les ha sorprendido especialmente la acogida entre los adultos. "Con los niños teníamos claro que iba a funcionar bien, porque a los padres cada vez les convence menos gastarse dinero en trajes que en poco tiempo se les van a quedar pequeños, pero es que con los mayores está siendo también un éxito. Se están vendiendo muchísimos trajes y si en el momento no tenemos la talla nos dejan el pedido", comenta Anabel. Prueba de este auge, la semana pasada recibieron en depósito los trajes de una familia entera y no había pasado ni un día cuando ya lo había comprado otra familia distinta. Y una embarazada se llevó hace unos días el traje "zíngaro" más pequeño que tenían, para dos meses de edad.