El Juzgado de lo Social número cinco de Alicante ha decretado el embargo de varias propiedades de la Bodega Cooperativa de Monóvar para cubrir una deuda que asciende a 1.990.501 euros, además de suplir los 418.005 euros presupuestados provisionalmente para intereses y costas. Asimismo, se ha ordenado que el deudor remita al Juzgado la pertinente certificación en la que conste la titularidad del dominio y de los demás derechos reales de las fincas o derechos embargados, así como de las hipotecas, censos o gravámenes a que estén afectos los bienes, o que se hallan libres de cargas. Una muestra más de la situación económica a la que ha llegado la bodega monovera.

La Bodega Cooperativa de Monóvar, una entidad centenaria, inició su cuesta abajo, camino de su desaparición, con el "boom del ladrillo". Sus instalaciones históricas de la Ronda del General Verdú en el municipio monovero fueron vendidas a una mercantil del sector inmobiliario por una gran cantidad económica, que después la empresa monovera utilizaría para construir una nueva y moderna instalación en el cruce de las carreteras que unen Monóvar-Pinoso y Salinas.

Las obras de las nuevas instalaciones se iniciaron en una parcela rústica, de ahí la necesidad de conseguir una Declaración de Interés Comunitario que permitiera hacer efectiva la construcción.

Las instalaciones no llegaron a funcionar de una manera adecuada y no fueron rentables. Un fuerte vendaval dio al traste con la iniciada infraestructura del edificio, que unido al descontento de los socios y a la perdida de apoyos en el sector, así como a una mala gestión de sus responsables, provocó finalmente la desaparición de esta entidad monovera, cuya actividad se extinguió dentro del sector vitivinícola de la comarca del Vinalopó.