La vuelta a clase de los alumnos de los colegios públicos Antonio Machado y Miguel Hernández de Elda tras las vacaciones navideñas recupera hoy una normalidad que se ha visto alterada por el vandalismo. En el colegio Miguel Hernández 150 niños de entre 3 y 5 años de edad tuvieron que regresar el lunes a sus casas después de acudir al centro porque las aulas estaban destrozadas y había cristales rotos esparcidos por todas partes. En este caso el autor o autores saltaron la valla del patio y accedieron al edificio por una ventana. Una vez dentro utilizaron un extintor de incendios para reventar tres armarios y las puertas de madera y cristal de cuatro aulas. Al parecer buscaban dinero en metálico pero no lo encontraron porque no lo había. El profesorado sólo ha echado en falta material escolar de escaso valor como calculadoras y bolígrafos porque los ordenadores y los equipos audiovisuales permanecen intactos.

La directora del centro, Elisa Beltrán, confirmó ayer que los 150 alumnos afectados se reincorporaron el martes a sus aulas aunque sin puertas que, no obstante, deberán ser repuestas esta misma semana por el Ayuntamiento.

En el otro colegio afectado por la acción de los vándalos, en el Antonio Machado, los 25 niños de 5 años del aula B seguían ayer recibiendo clases en la biblioteca del centro, a donde fueron trasladados en la mañana del lunes al encontrarse los 25 pequeños cristales del ventanal rotos, e incluso muchos de ellos agujereados, por el impacto de proyectiles de los que no ha quedado ningún casquillo. Pero el número total de cristales fracturados con algún tipo de proyetil, que la Policía investiga, ascienden a 35 viéndose afectadas las cuatro aulas del pabellón infantil, la de inglés que se halla en el edificio principal y todas la ventanas de la fachada principal del gimnasio junto a una más de la parte trasera. En este caso los cristales presentan múltiples impactos de proyectil porque, el hecho de que el vidrio sea blindado, parece haber acrecentado el deseo destructivo del autor o autores de esta nueva fechoría. "Nueva -puntualizaba ayer el director David Marhuenda- porque aquí ya estamos acostumbrados desde hace muchos años a encontrarnos con una sorpresa casi todos los lunes".

Según explica el responsable del Antonio Machado, al estar el colegio en una zona deshabitada y alejada del casco urbano los actos vandálicos se repiten con mucha frecuencia los fines de semana. "Saltan la valla y hacen botellones así que cuando venimos los lunes es habitual que nos encontremos botellas de alcohol, colillas de porros, preservativos y algún que otro destrozo. Pero la verdad -subraya- es que esta vez la gamberrada ha sido brutal". En este caso se sabe que los hechos se produjeron a las 20.30 horas del domingo porque la alarma se activó cuando el autor o autores intentaron entrar en el edificio principal tras forzar la ventana de un aula. Cuando la Policía Local llegó al centro ya habían huido pero los agentes de la Policía Nacional se han hecho cargo de la investigación y la unidad científica ya ha acudido a ambos centros para comprobar los daños y realizar las primeras averiguaciones.

Hoy los 25 alumnos afectados volverán al pabellón infantil tras la limpieza del aula y la sustitución de todos los cristales tiroteados.

La escuela Santa Infancia vuelve a convertirse en un vertedero incontrolado en plena ciudad

La escuela infantil Santa Infancia de Elda dejó de albergar actividad en 2008 por sus graves problemas estructurales. La Conselleria decidió trasladar a sus 66 alumnos a las prefabricadas donde siguen ahora para que el edificio cerrase sus puertas tras más de 30 años en el barrio Virgen de la Cabeza. Este diario publicó en octubre de 2010 que la escuela se había convertido en un foco de inseguridad e insalubridad. El Ayuntamiento optó meses después por tapiar puertas y ventanas para evitar el acceso de drogadictos, ladrones e indigentes. Ha pasado más de un año y el Santa Infancia vuelve a ser un vertedero incontrolado en pleno casco urbano.