La concejalía de Medio Ambiente de Elda logró, con la colaboración del taller de empleo de jardinería de la Mancomunidad del Valle del Vinalopó, transformar el antiguo bancal del Alto de los Pinos en un privilegiado mirador dotado de pinada y merendero en pleno casco urbano.

En abril de 2010 Pilar Fernández, entonces concejal de Medio Ambiente, visitó la zona, que había sido previamente reforestada, en compañía de la directora de la escuela taller y de la monitora de jardinería. Fue entonces cuando informó muy satisfecha a todos los eldenses que ya podían disfrutar de un nuevo espacio público al aire libre sin necesidad de tener que salir de la ciudad. Incluso se refirió a la oportunidad de "estrenar" el nuevo enclave verde comiéndose la merienda de "la mona" en los inminentes días de Pascua.

Veinte meses después del bonito merendero no quedan más que tres papeleras porque las cinco mesas de madera con sus bancos instaladas en la zona han desaparecido sin dejar rastro. Y ello pese a que estaban ancladas "a prueba de huracanes" en amplios soportes de pesado hormigón. También han sido objeto de "saqueo" los registros del agua, las conducciones de riego por goteo y una de las cuatro papeleras. A la desoladora acción de los ladrones sólo han resistido las vistas del casco urbano porque, de momento, eso no se puede robar; y también los pinos adultos y jóvenes y algunos arbustos medio secos porque eso no se puede vender con facilidad.

Al pillaje y abandono ha contribuido la falta de vigilancia y la escasa presencia de personas en la zona debido a su alejada y recóndita ubicación, entre una rambla, un transformador y los viejos almacenes de la estación del tren.

En noviembre pasado hubo una nueva reforestación en el Alto de los Pinos. Fue en ese momento cuando el actual concejal de Medio Ambiente, Jesús Sarabia, se percató de que las mesas ya no estaban donde debían estar. Pero las vistas, de momento, siguen allí.