Más de un siglo de vida y con ganas de más. La mujer más anciana de Elda, y probablemente de toda la provincia, celebró ayer su 106 aniversario. Emocionada, en presencia del personal que a diario la atiende en el centro Novaire de Elda donde reside desde hace cinco años, de usuarios de la residencia y con la visita de su familia y la alcaldesa, Adela Pedrosa, Remedios Pérez Rico celebró su 106 cumpleaños. No faltaron para la ocasión ni la tarta ni las flores y tampoco sus tataranietos. Y es que Remedios, a sus 106 años, puede presumir de ser madre, abuela, bisabuela y tatarabuela.

Convertida en la gran protagonista del día, asistió encantada y visiblemente emocionada al homenaje que ayer le quisieron rendir con motivo de tan importante fecha sus familiares, amigos y compañeros, que le entonaron un "cumpleaños feliz" al que la propia homenajeada no dudó en sumarse. Agradeció la atención de todos los presentes y el ramo de flores con que le obsequió la alcaldesa, a quien Remedios deseó "mucha suerte" para gobernar.

Ni más ni menos que 106 años no se cumplen todos los días y Remedios, además, tiene ganas de seguir celebrando cumpleaños, como así lo afirmó ayer.

Con un talante y alegría a valorar goza, dentro de su avanzada edad, de una salud "envidiable", ya que sólo acusa los achaques propios de los años, según destacaba ayer el personal del centro. Y es que esta mujer centenaria, veterana donde las haya, fue ayer objeto de la admiración generalizada por su buen llevar el paso de los años, 106 años por los que muchos no dudarían en firmar.