La feria Marmomacc de Verona, la cita europea por antonomasia de la piedra natural, llega hoy a su fin con un sabor agridulce para los empresarios del Vinalopó, una región de referencia en el sector que este año aportaba 11 empresas de las 19 de la Comunidad Valenciana. La afluencia de visitantes y potenciales compradores al recinto ferial de la ciudad italiana ha sido, con diferencia, más baja que en años anteriores incluso en el que tradicionalmente ha sido el día de mayor actividad, el viernes.

La sensación de vacío en Marmomacc ha sido, de hecho, la "comidilla" del pabellón español. Una edición, la número 46, en la que los empresarios, a solo un día del cierre, se quedan con la sensación de que no se han cubierto las expectativas con las que acudían a principio de semana. "Es un reflejo fiel de la crisis actual", remarcaba ayer Francisco Castelló, de la empresa noveldense Bateig. "Casi no se ve gente en el pabellón español, pero es extrapolable todo el recinto".

Menos asiáticos

El "pinchazo" de Marmomacc que relataban ayer los empresarios nacionales se notó también en la poca presencia de compradores asiáticos, dado que China es uno de los principales destinos de la piedra natural del Vinalopó, sobre todo material bruto extraído de las canteras de Crema Marfil del Monte Coto.

Como ya viene siendo tradición, el arranque de la feria quedó como la jornada más floja, casi un mero trámite para los empresarios que exponían en la feria o acudían a Marmomacc por cuenta propia. La misma tónica en la jornada del jueves. Pese a que los pasillos comenzaban a estar más transitados, no fue hasta el viernes que se pudo comprobar el alcance de la edición a falta de 24 horas de volver a casa.

La dirección de la feria todavía no ha publicado las cifras de asistencia, puesto que todavía queda la jornada de hoy para echar el cierre definitivo a Marmomacc.

Sin embargo, durante la apertura, Ettore Riello, presidente de Veronafiere, adelantó que las previsiones cifraban la asistencia en 55.000 profesionales procedentes de 130 países.

Salvar el año

La feria de Verona es el escaparate de la piedra natural española al resto del mundo. Dada la dependencia que el sector tiene en el mercado internacional, un evento con pocos asistentes es poco más que una oportunidad perdida. Sin embargo, pocos son los que se pierden cada año la cita, como demuestra el número de asistentes del Corredor del Mármol del Vinalopó: 11 mercantiles frente a las ocho que acudieron en 2010. Pese a las valoraciones tibias, parece que Verona todavía es el sitio en el que hay que estar.

Poco interés de los arquitectos

La gran apuesta de la Federación Española de la Piedra Natural (Fdp) para la edición número 46 de Marmomacc era la presencia en el pabellón de 40 arquitectos procedentes de todo el mundo. La cita estaba programada para ayer, aunque los empresarios no creen que haya tenido el impacto deseado. La visita de los prescriptores comenzaba con una conferencia del presidente de la Federación, Manuel Sánchez Pérez, en la que explicó a los profesionales las bondades de la piedra natural española. Posteriormente, éstos tenían carta blanca para pasear por el pabellón español y contactar directamente con los expositores. Sin embargo, según afirmaron ayer algunos de los empresarios del Vinalopó, la gran mayoría marcharon tras la conferencia, sin realizar una visita diseñada para realizar nuevos contactos y abrir más el mercado internacional. j. a.