"Alquilar el piso ha sido para mí una pesadilla, un sufrimiento por la rabia y la impotencia de tener que esperar más de seis meses a que se celebre el juicio para poder echar a la calle a quien no ha cumplido con el contrato y, además, en lugar de ganar dinero he terminado perdiendo más de 9.000 euros", decía ayer César Rodríguez, el propietario de un piso de 107 metros cuadrados situado en Petrer, en el numero 34 de la avenida de Elda.

César se trasladó de domicilio y pensó que podría sacarse un "dinerillo" extra alquilando su piso equipado con todo tipo de muebles y electrodomésticos. El joven de 30 años al que se lo arrendó en febrero, a través de una inmobiliaria de Elda, sólo le pagó los 700 euros de la fianza y del primer mes. A partir de entonces dejó de abonar los recibos y para más "inri" metió en la casa a siete personas a las que cobraba por usar las habitaciones.

Los gritos, destrozos y peleas en la escalera y en la calle se sucedían a diario pero ningún vecino del bloque, que tiene ocho viviendas, se atrevía a denunciarlo por temor a las represalias. El dueño esperó dos meses pero en abril terminó denunciando por impago. El juicio de desahucio se ha fijado para mañana pero el inquilino ha abandonado antes la casa. Lo hizo la semana pasada cuando recibió la notificación judicial pero no se ha ido con las manos vacías. Se ha llevado supuestamente, tal y como consta en la denuncia policial, dos teles de plasma, el horno, el lavavajillas, el calefactor del baño, altavoces, cerraduras, dos camas, marcos de puertas, objetos decorativos y hasta el aparato del aire acondicionado. "Después de esto ya no alquiló ni loco" dice César.