El conductor de un vehículo articulado de mercancías que se dirigía hacia Alicante sufrió un aparatoso accidente a las 11.10 horas de ayer en la autovía A-31, a la altura de la Colonia El Morrón y a dos kilómetros de la ciudad de Villena.

El accidentado, P.J.S. de unos 50 años y vecino de Torrepacheco, circulaba por un tramo recto cuando perdió el control del camión, un Renault matrícula 1387-BPG, en el punto kilométrico 179,5 de la transitada autovía de Madrid. Tras arrancar la barrera quitamiedos e invadir la mediana terminó volcando lateralmente en el sentido contrario de la marcha, en dirección Madrid, quedando ambos carriles cortados por espacio de media hora, lo que provocó largas colas que en los momentos iniciales llegaron a alcanzar los cinco kilómetros y se trasformaron posteriormente en ligeras retenciones en ambas direcciones hasta que una potente grúa retiró el tráiler.

Al lugar del siniestro acudieron efectivos de la Guardia Civil de Tráfico y siete bomberos con cuatro vehículos procedentes del parque central de Elda y del subparque de Villena. En apenas ocho minutos el equipo de salvamento rescató al conductor, que había quedado atrapado en el interior del vehículo. Para ello cortaron un refuerzo de chapa y abrieron un boquete en el techo de fibra de la cabina por el que excarcelaron a la víctima tras inmovilizarla en una tabla. Instantes después ingresaba en el Hospital Virgen de la Salud de A con policontusiones y una herida abierta en el brazo izquierdo. Su estado no revestía gravedad pero permaneció toda la tarde en Observación de forma preventiva.

Según indicaron varios testigos a este diario el conductor salvó la vida milagrosamente porque el quitamiedos perforó la cabina, y el cortante filo del metal quedó a tan sólo un metro de su cuerpo.

Otro vuelco cierra diez horas la A-3

El vuelco de un camión cisterna con 4.000 litros de gas metano en la A-3, a la altura de Riba-roja, obligó a interrumpir el tráfico en la autovía Valencia-Madrid durante diez horas, desde las 9.30 de la mañana hasta las 19.16 horas de la tarde, lo que provocó un colapso generalizado en toda el área metropolitana de Valencia.

El corte de la arteria principal entre Valencia y Madrid extendió como una mancha de aceite los 25.000-80.000 vehículos que usan cada día la A-3, por lo que además de los cinco kilómetros de retenciones en la misma autovía, en ambos sentidos, los colapsos se extendieron hasta poblaciones como Godelleta, Cheste e incluso la Pista de Silla.

La mercancía peligrosa que transportaba el camión (el conductor salió ileso del siniestro, pese a que el vehículo quedó atravesado en la mediana) y el temor a una posible fuga dilató su retirada de la autovía. El accidente se produjo tras incorporarse el camión desde la A-7 a la A-3.