Los dueños de la perrita Yira no pudieron reprimir ayer las lágrimas de felicidad cuando volvieron a besarla y estrecharla entre sus brazos tras quince días de angustiosa búsqueda. "Para mi Yira es otro miembro más de la familia. Es mi bebé. Duerme en la cama con mi esposo y conmigo, la sentamos en la mesa cuando comemos, mis hijos y mis nietos la adoran y en los tres años y medio que tiene siempre me ha acompañado a todas partes. Por eso no me quedaban lágrimas ya de todo lo que he llorado desde que la perdí en la noche del 20 de agosto, cuando huyó aterrorizada por el ruido de unos fuegos artificiales y ya no supo regresar a casa", comentaba la emocionada dueña, Beatriz Nilda Ghersi, mientras arrullaba a la mestiza y ésta la escuchaba con atención mirándola complacida.

El artículo titulado: "Una perrita llamada Milagros" ha propiciado el feliz reencuentro y ha permitido aclarar que Yira no fue abandonada y que sus propietarios, Beatriz Nilda Ghersi y José Juan González, la estuvieron buscando día y noche entre Elda y Sax, denunciaron su desaparición el 21 de agosto en el cuartel de la Guardia Civil y repartieron cientos de carteles por todo el pueblo con la esperanza de encontrarla. Fue precisamente una lectora de INFORMACIÓN la que llamó el sábado al teléfono móvil que aparecía en los carteles para hacerles saber que la perrita estaba viva, y que había sido rescatada por una pareja de Sax que la había llevado a una clínica veterinaria donde se restableció de las heridas que presentaba en las dos patas traseras.

Yira llevaba microchip pero nadie respondía a las llamadas en los dos teléfonos que figuraban en la base de datos. Algo que pudo deberse al hecho de que los propietarios, según han explicado ambos, se cambiaron de compañía telefónica en 2010 y la clínica veterinaria de San Vicente que debía haber incluido el nuevo número no lo hizo pese a haberlo solicitado.

"Después de tanto buscarla perdí la ilusión y pensé que estaría muerta, pero mi mujer sentía que estaba viva y que estaba sufriendo, pero ahora Yira ya está en casa y estamos muy agradecidos a Mari Carmen y a su novio por haberla rescatado", dijo José Juan recordando que sus hijos compraron el jueves otro can, el travieso Golfo, para atenuar el drama. "Pero mi perrita es insustituible" señaló Beatriz puntualizando que el nombre de "Milagros" con la que la han rebautizado le parece muy bonito, pero Yira seguirá llamándose Yira.

OTRO FIN BENÉFICO

Donativos para el albergue de animales

Todos los donativos aportados por personas de Sax, en su mayor parte familiares y amigos de la joven rescatadora Mari Carmen Brotons, serán entregados al albergue de animales. Con este dinero se iban a sufragar los gastos del veterinario pero los dueños de Yira se han hecho cargo de toda la deuda, así que los fondos se destinarán a otro fin benéfico.