Salinas dice a adiós a sus fiestas. Sus habitantes despidieron ayer a la imagen de San Isidro mientras las capitanías cambiaban de mano, dando por finalizados cinco intensos días de festejos dominados por el esplendoroso y colorido paso de los desfiles que se han sucedido desde el pasado jueves.

La jornada final se iniciaba con un toque de diana a las 8.30 horas la mañana. Aunque tantos días ya pasaban factura, los festeros más acérrimos se echaban a la calle para acompañar a las bandas de música en su periplo por la soleada mañana.

Cerca del mediodía, se iniciaba la subida de San Isidro. Antes de las 12 horas, los festeros se concentraban en la iglesia para acompañar a la imagen en su traslado a la plaza a la que da nombre. De esta forma, y a hombros de varios miembros de la comparsa de Piratas. Llegados a su destino, y en el mismo escenario, se celebró una misa de campaña, a la que siguió la ofrenda de frutos, realizada en la camino de vuelta gasta la iglesia.

El cambio

Los actos de la tarde tuvieron unos protagonistas muy especiales. La costumbre salinera marca que en el último desfile del año participen las capitanías de la próximas fiestas, acompañando a la bandera de su comparsa por las calles de la localidad antes de recibir formalmente el relevo.

A las 18.30 horas, y otra vez en la Plaza de San Isidro, los festeros encaraban su último cortejo, encabezados por los Moros Laguneros, a los que se unieron los Piratas y Contrabandistas. Fila a fila, fueron llegando a la Plaza de España, centro de la ciudad y de los más importantes actos festeros. Cerca, en la parroquia, se producía cerca de las nueve de la noche uno de los momentos más emotivos de las fiestas, el relevo de los cargos festeros.

Uno a uno, los máximos representante de cada uno de los bandos festeros iba dejando atrás, no sin emoción, los días en que los ojos de todo un pueblo han estado sobre ellos. Finalizado el acto, los nuevos capitanes se trasladaron de nuevo a la Plaza de España, donde las banderas quedaron nuevamente arriadas, esperando ya al año que viene.