Los Moros y Cristianos de Salinas volvieron a lucir en la tarde de ayer sus trajes de guerra y fastos durante la triunfal Entrada a la población desde la avenida Juan Carlos I hasta la Plaza de España. El volteo general de campanas anunció al mediodía que el momento más esperado del año había llegado. Pero lo hizo precedido del ruedo de banderas y el entusiasta desfile de la madrugada anterior.

Con las miradas apuntando a un cielo plomizo que amenazaba lluvia, los festeros de Salinas se fueron a comer antes de iniciar el nervioso ritual de los trajes y pinturas de gala previos al desfile. Pero antes de que Contrabandistas, Piratas y Moros Laguneros tomaran por este orden las principales calles de Salinas se celebró la Entrada de Bandas de Música tras la cual el primer edil, Isidro Monzó, inauguraba oficialmente los festejos entregando el bastón de mando al alcalde de fiestas, Francisco Mataix, mientras las banderas de las comparsas se izaban en el balcón del Ayuntamiento con el Himno Nacional.

Con la interpretación del pasodoble Salinas en Fiestas por parte de los componentes de todas las agrupaciones, y bajo la batuta del director de la banda local Francisco Callejas, se daba por concluida la antesala a La Entrada, que comenzó a las siete y media de la tarde con cielo despejado, temperatura veraniega y mucho público esperando el paso de las escuadras y, especialmente, de sus elegantes capitanes. Pero la fiesta continuó de madrugada con la jubilosa Retreta y para el día de hoy habrá Entrada y Embajada Mora a las siete de la tarde, y a las nueve y media de la noche Ofrenda a la Virgen del Rosario, la patrona de Salinas.