La incierta configuración del Ayuntamiento de Monóvar tras el resultado del 22-M -por la ausencia de una mayoría absoluta estable- y la foto fija del PSOE en la oposición durante los últimos 25 años -a excepción del año y medio del socialista Buendicho como alcalde- ha obligado ahora al cabeza de lista socialista, a Paco Picó, a desdecirse de lo que dijo en el otoño de 2009 sobre el Grupo Independiente Monovero -que no fue precisamente bueno- y a mostrarse dispuesto a tender puentes de entendimiento para alcanzar un pacto de gobierno con el Gimv al que, paradójicamente, negó y despreció en reiteradas ocasiones durante la anterior legislatura.

La decisión de entablar diálogo con el histórico grupo independiente, lo que podría interpretarse como un cambio de paso torpe y que llega tarde, la adoptó en la noche del martes la ejecutiva local del Partido Socialista tras analizar un escenario de gobernabilidad complejo, en el que PP y PSOE han empatado a 7 concejales -aunque los populares del alcalde Salvador Poveda han sido los más votados- y en el que el Gimv del incombustible Emilio Orgilés ha obtenido 2 concejales y el Bloc del "animal político" José Ginés ha sobrevivido con 1. Pero ha sobrevivido.

El Gimv se va a dejar querer ante el anunciado acercamiento socialista pero, cosa bien distinta, es que logre olvidar el episodio vivido en octubre de 2009 cuando Paco Picó negó hasta tres veces la existencia de una reunión que ambas fuerzas celebraron en Novelda para limar asperezas y abrir nuevas vías de diálogo, justo en un momento en el que el partido de Emilio Orgilés estaba planteándose abandonar el tripartito que formaba con PP y el Bloc.

La reunión se desarrolló en un tono cordial y se prolongó varias horas. Se habló de todo pero especialmente de la situación que atravesaba entonces el Ayuntamiento y de los proyectos de futuro que Monóvar necesitaba para seguir mejorando. En el transcurso del encuentro Orgilés llegó a admitir que no se sentía identificado con las formas de hacer política de sus socios del PP y Bloc. Algo que era conocido en la población y que dejaba abierta la puerta para propiciar un pacto de gobierno entre PSOE y Gimv. Sin embargo, dos días después, Picó negaba la existencia de la reunión y aseguraba públicamente que jamás pactaría con los independientes monoveros. Un compromiso que tendrá que incumplir dos años después si quiere tocar poder aunque en política, y de eso saben mucho en Monóvar, todo es posible.

Pero en la desesperación de tantos años de oposición pese a haber sido la fuerza más votada en varias citas con las urnas, la ejecutiva socialista está dispuesta a aventurarse al más difícil todavía pactando con los populares para que, de ahora en adelante, el partido más votado sea el que gobierne en la localidad. Así los dos grandes -PSOE y PP- acabarían con la "tiranía" de los dos pequeños -Gimv y Bloc- aunque eso suponga acabar con una tradición de pactos y contrapactos que en Monóvar se viene produciendo desde 1987.