La subestación eléctrica de Elda, situada junto al paraje Les Pedreres de Petrer, próximo a la autovía A-31, podrá dar un paso más en su ampliación el próximo mes de julio, según las fechas que maneja Iberdrola. La subestación, que atiende la mayor parte del consumo energético de las dos poblaciones, está llegando al límite de su capacidad en una conurbación que ronda los 90.000 habitantes. Para ello, y con un presupuesto de 9 millones de euros, se cuadruplicará la potencia actual de 60 megavoltioamperios (MVA) hasta un total de 250.

La compañía eléctrica obtuvo el pasado mes de enero la declaración de impacto ambiental del proyecto, y prevé que la autorización administrativa de la Conselleria de Infraestructuras y Transporte esté lista para el verano.

En la actualidad, la subestación tiene tres transformadores de 66/20 kV de 20 MVAs. El objetivo es instalar ahora otro transformador de 220/66 kV de 100 MVAs y otros tres más de 132/20 kV de 50 MVAs. La ampliación se realizará mediante la construcción de estos nuevos transformadores en una parcela aneja a la existente. Aunque el suministro está garantizado, según reconocía Iberdrola la pasada semana, las previsiones de consumo de las dos poblaciones, con sus áreas industriales y sus características climatológicas, han motivado la petición.

Además de esta subestación, la conurbación Elda-Petrer cuenta con otra instalación también en término municipal de Petrer. Esta, situada también cerca de la autovía y junto a los lagos de sal de Novelda, atiende también a las dos poblaciones, aunque en menor medida, según se indica en el estudio de impacto ambiental de Iberdrola.

Dos años de recorrido

El proyecto de ampliación comenzó a rodar a mediados de 2009, con el plan de participación pública, y no fue hasta un año más tarde que se solicitó a la Generalitat, junto a Red Eléctrica, la autorización administrativa, declaración de utilidad pública y aprobación del mismo.