Con el recorte de actos que ha entrado en vigor este año, la Procesión de San Bonifacio quedó como segunda y última parada del tercer día de los Moros y Cristianos de Petrer. Con más tiempo para descansar tras una agotadora entrada, los festeros dedicaron la tarde a prepararse para el que es el desfile más solemne de las fiestas. Este año, después del precedente que se sentó en las fiestas de 2008, una fila de mujeres ha sido la encargada de llevar al Santo durante su recorrido nocturno.
Con la imagen del Santo fuera del templo, y apuntando hacia la calle Constitució, comenzaba ayer por la tarde el desfile con puntualidad. Las altas temperaturas de la mañana habían dejado paso a una brisa vespertina que, si bien no llegó a refrescar del todo, si hizo más agradable estar en la calle.
Se abrió la procesión con los músicos entonando las solemnes piezas que apoyaban el paso marcial que los dos bandos llevan en este acto, con los brazos cruzados. No caben, pues, en este acto ni los alegres pasodobles que se estilan en los desfiles diurnos ni las poses festivas. El recogimiento se hacía extensible a
Finalmente, pasadas las diez de la noche, San Bonifacio hacía su salida llevado por mujeres por segunda vez en la historia. Su paso, seguido en silencio por los petrerenses, finalizaba casi una hora después con la entrada del patrón en la iglesia acompañada de la Marcha Real.