Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, pero la mitad de los parados del Alto y Medio Vinalopó encuestados por UGT admite no tener en estos momentos confianza alguna en encontrar trabajo en un plazo de seis meses. Es la conclusión más contundente de un estudio realizado por el equipo multidisciplinar de UGT que lleva más de diez años recabando las opiniones de los desempleados que acuden al sindicato para, precisamente, realizar cursos de formación y orientación laboral con los que aumentar sus esperanzas en encontrar trabajo.

Respecto a las expectativas de recolocarse durante el próximo medio año, los entrevistados no son nada optimistas. La mitad de ellos expresa abiertamente su pesimismo. Pero donde está el yin está el yan y, en este caso, también los hay optimistas. Entre los hombres los más esperanzados son los del grupo de edad comprendido entre los 16 y 24 años, los más jóvenes. Sin embargo en la franja que va de los 24 a los 44 años se encuentran los más derrotistas. Entre las mujeres el mayor grado de pesimismo aparece más tarde. A partir de los 45 años.

En está creciente pérdida de fe en el "Dios del Trabajo" influye decididamente la falta de sectores alternativos al ladrillo, el mármol, las especias y el calzado, así como el hecho de no haber recibido ninguna oferta laboral en el último año. Aspectos ambos que "desgastan y desmoralizan" al trabajador desempleado hasta el extremo de plantearse abandonar su ciudad natal en busca de nuevas oportunidades en capitales de provincia. En esta situación se encuentra el 83% de los 200 encuestados seleccionados en la comarca. Concretamente, el 73% de los hombres asegura no haber recibido ninguna oferta de trabajo en seis meses y el 87% de las mujeres tampoco. En este capítulo resulta curioso destacar de las conclusiones del trabajo que el despido es la única categoría en la que el hombre supera en porcentaje (57%) a la mujer, aún teniendo en cuenta el sesgo femenino. Sin embargo, el 79% de los parados que manifiestan no haber trabajo nunca dados de alta son mujeres. Y es que la precariedad sigue cebándose en el sexo femenino tal y como la dirección de UGT en La Muntanya-Valle del Vinalopó viene denunciando desde hace años.

Sobre la valoración de los diferentes aspectos de un empleo, los autores del estudio señalan que, a diferencia de otros años, las condiciones del trabajo son cada vez más consideradas por los parados; y de entre ellas las que más priorizan son la duración del contrato, el salario y la prevención de riesgos laborales. De hecho, sobre una escala de 5 puntos al periodo de contratación le dan 4,4 puntos; al sueldo 4,3 puntos y a la prevención 4,1 puntos. A trabajar en el mismo municipio ya no se le da la importancia que se le daba hace apenas tres años. A este "privilegio" los encuestados le dan un 3,8 sobre 5. Las funciones a desempeñar y el horario de la jornada laboral tampoco es ya un obstáculo en su tabla de valores. En ambos casos la puntuación es de 3,7 puntos, dos décimas más que la de los días de vacaciones.

A la vista de estos datos los expertos de UGT extraen una conclusión bien sencilla. "La crisis que arrastramos desde hace años está haciendo cambiar la mentalidad del parado a marchas forzadas. La gente que no encuentra trabajo, y que además está desesperada porque las ayudas oficiales se le han acabado o están a punto de hacerlo, está dispuesta a trabajar en el sector que sea y las horas que hagan falta. Los hay, incluso, que durante las entrevistas nos han confesado que no tendrían ningún inconveniente en emigrar a otro país europeo si consiguieran un buen trabajo". Así lo señalan los sociólogos, psicólogos, abogados y técnicos en administración autores de este estudio, que ha sido coordinado por el responsable comarcal de UGT, Vicente Prieto, y realizado por María Jesús García, María del Mar Sanjuán, Mari Luz López, Joaquín José Pomares, Pilar Mira y María Aurora Vidal.

Suspenso bajo para todos los políticos

Uno de los apartados sociológicos más interesantes de la encuesta recaba la opinión de los parados de la comarca sobre su grado de satisfacción respecto a las intervenciones de las distintas administraciones públicas para salir de la actual crisis. Comenta Vicente Prieto que los resultados no dejan en muy buen lugar a ninguna de las tres. Respecto al Gobierno central el 59% de los encuestados considera que hace "poco" y el 28% que no hace "nada" ante la grave coyuntura económica y laboral que atraviesa el país. Del mismo modo, el 47,5% de los encuestados cree que el Gobierno valenciano están haciendo "poco" y el 33% que no está haciendo "nada" frente a la crisis. El Ayuntamiento de Elda tampoco inspira ninguna confianza en los desempleados. El 53% considera que hace "poco" y el 35% que no hace "nada". Tampoco ofrece buenos resultados la calificación de los políticos estatales, autonómicos y municipales. Ninguno de ellos supera, en una escala del 1 al 10, los 4 puntos siendo el peor parado el político de la Generalitat Valenciana con un 2,8 de nota, seguido del político del Gobierno de España con un 3 y el político municipal con un 3,1. Ni siquiera aprueban los sindicatos de la comarca -a quienes dan una nota de 4,6 sobre 10- ni los empresarios -que obtienen un 4,2- pero sí los trabajadores, que se dan un 6,5.