La llegada de la primavera y las temperaturas más suaves ha reactivado el fenómeno de la prostitución en la Avenida del Mediterráneo, una de las principales vías de entrada para Elda y Petrer. Desde hace unas semanas, las fuerzas de seguridad de ambas poblaciones han detectado la vuelta de esta actividad, principalmente en las inmediaciones del colegio Sagrada Familia, en término de Elda, y la gasolinera y los concesionarios que se sitúan justo enfrente, ya término municipal de la vecina localidad de Petrer.

En cada nueva denuncia se repite siempre un mismo esquema. Son grupos de tres o cuatro mujeres, hasta llegar a cerca de una veintena; normalmente de origen africano y que se colocan a ambos lados de la avenida. La presencia de zonas residenciales cercanas, así como de un colegio, ha levantado airadas quejas de los vecinos, ante la escasa capacidad de maniobra de los cuerpos locales de policía de Elda y Petrer. Sin embargo, y al contrario que en otras ocasiones, han sido en esta ocasión los gobiernos municipales quienes han puesto el grito en el cielo. Los concejales delegados de las áreas de Policía, Seguridad Ciudadana y Tráfico de las dos localidades se reunieron ayer para tratar, entre otros asuntos, el creciente número de prostitutas en el acceso desde la autovía A-31.

La principal reclamación, como en anteriores ocasiones, ha sido una mayor presencia de la Policía Nacional en la zona, para complementar el dispositivo que ya despliegan los agentes locales de ambas localidades. No obstante, la capacidad de acción de dichos agentes es limitada, ya que solo pueden pedir la documentación a las chicas e incomodar a los clientes con su presencia, pero no pueden detenerlas, cosa que sí podría hacer la Policía Nacional en el caso de las de origen extranjero al ser competencia suya los asuntos de inmigración. Los responsables de la seguridad en ambos municipios han reconocido en muchas ocasiones que las prostitutas son conscientes de que la Policía Local no puede actuar contra ellas, por lo que su presencia termina por no incomodarlas al saber que no pueden hacerles nada.

Junta de Seguridad

La Junta de Seguridad de los dos municipios, que juntos conforman una conurbación de casi 100.000 habitantes, se reunió ayer de forma ordinaria, como cada año, ante la inminencia de las fiestas de Moros y Cristianos de las dos localidades, con apenas dos semanas de diferencia. La puesta en marcha de dispositivo oficial fue, junto con la prostitución y una valoración del índice de delincuencia en las dos ciudades, los temas principales de la Junta.

Cíclico

El resurgimiento de la prostitución en la Avenida del Mediterráneo en 2009 fue consecuencia directa del cierre de varios clubes de alterne de la zona. Desde entonces, y de forma cíclica siempre en primavera y verano, se han producido denuncias ciudadanas para llamar la atención del problema. Además de reclamar mayor presencia de la Policía Nacional para disuadir tanto a clientes como a las propias prostitutas, los ayuntamientos han tomado otras medidas para atajar, en la medida de lo posible, este problema. En Petrer, por ejemplo, se decidió vallar el aparcamiento anexo a un concesionario de la zona, lugar en el que las prostitutas ejercían. Además, la empresa que explotaba el aparcamiento había incumplido su obligación de realizar mejoras.

Los ediles del PP cargan contra Llinares

La subdelegada del Gobierno en Alicante, Encarna Llinares, volvió a acaparar parte del protagonismo en la Junta de Seguridad al ausentarse de nuevo por problemas de agenda, pese a que los concejales de Elda y Petrer insistieron en que se le había cursado invitación con la antelación suficiente.

Tanto Francisco Muñoz, de Elda, como Óscar Payá, de Petrer, cargaron contra Llinares por no haber asistido a ninguna de las reuniones desde la formación de ambos equipos de gobierno, los dos del PP. Esta es la cuarta vez, según los responsables de seguridad de ambas localidades, que la subdelegada no acude a esta reunión. "Lamentamos que haya cancelado vía fax, puesto que nos sería de gran ayuda que asumiese sus competencias", dijo ayer el concejal eldense.

Ya en la última comparecencia que ambos ediles realizaron para tratar el tema de la prostitución, celebrada en Petrer en octubre del pasado año, revelaron que se había solicitado una reunión especial con Llinares para tratar el asunto. Dicha solicitud, aseguraron ayer, sigue sin respuesta a día de hoy. Según Muñoz, Llinares solo ha acudido a Elda a "hacerse fotos con los de su partido y promocionar el Plan E", y no a ejercer el cargo que desempeña.

Payá, en la senda de su homólogo, lamentó que Llinares no se haya presentado. "Estábamos esperanzados de que esta vez sí que viniese. Nosotros estamos poniendo de nuestra parte para atajar el problema, pero necesitamos ayuda de los cuerpos de seguridad del Estado".