La Conselleria de Educación ha pedido al Ayuntamiento de Petrer permiso para instalar aulas prefabricadas en el Instituto Azorín con el fin de que el centro funciones con normalidad mientras se acometen las obras de ampliación y reforma, según ha revelado la edil Mari Carmen Chico ante el aluvión de críticas recibidas por parte de la oposición. La concejal afirmaba que el proyecto, prometido en 2007, es definitivo y que las obras comenzarán "muy pronto", aunque sin ofrecer una fecha para que las máquinas entren en el centro.

La edil reconoció que "ha habido un bloqueo" por la crisis, comparando la paralización con lo sucedido en obras estatales, como las carreteras del Ministerio de Fomento. No obstante, Chico de Guzmán negó que la licencia de obra solicitada por el Consell haya caducado, tal y como afirmó el PSOE a finales de julio. La concejal matizó que para que dicha licencia caduque, el Ayuntamiento ha de firmar "y eso no ha ocurrido". Con estas declaraciones, el equipo de gobierno de Petrer quiere "trasmitir tranquilidad" a la comunidad educativa y a los padres de alumnos de dichos centros.

El proyecto, anunciado en 2007 y financiado exclusivamente por la Generalitat, tiene un coste anunciado de 7,5 millones de euros y prevé la ampliación del instituto en un solar cercano de 16.000 metros cuadrados. En noviembre de aquel año, el alcalde, Pascual Díaz, afirmaba que el proyecto era "imparable" tras su publicación en el Diario Oficial de la Comunidad Valenciana (DOCV) y el boletín de la Comunidad Europea, al superar los seis millones de euros. Meses después, en febrero de 2008, el propio alcalde anunciaba ante los representantes de la comunidad educativa que la inversión de la Generalitat en Petrer, contando los proyectos de Virrey Poveda y Reyes Católicos, superaba los ocho millones de euros.