Pocas sorpresas en uno de los actos más emotivos de las fiestas patronales y de Moros y Cristianos de Novelda. Un manto de cabezas formado por miles de personas acompañaba a la imagen de Santa María Magdalena, patrona del municipio, en la Romería que la llevó desde la Mola, donde se ubica su santuario, hasta la iglesia de San Pedro, lugar en el que reposará hasta su vuelta, el próximo 2 de agosto.

Con el sol bajo, aunque todavía implacable, comenzaba la Romería tras una eucaristía celebrada en el mismo santuario. Finalizada, la imagen emprendía el camino hacia el centro de la localidad acompañada de los tradicionales racimos de uva, esos frutos que cada año compiten por el honor de ir con la Santa, elegidos esa misma mañana. El fervor desatado de los noveldenses hacia su patrona era tal que decenas de niños volaron en brazos de sus padres para poder tocar la talla.

Con las últimas luces, la Santa hacía su entrada triunfal en la ciudad, donde fue recibida por las autoridades y emprendió la procesión de camino al templo, seguida por la multitud. La medianoche contempló la Albà de la Santa, la bienvenida de los ciudadanos, al tiempo que los Moros y Cristianos realizaron la Entraeta con Flores.