La plaza de Toros de Elda abrió sus puertas a seis valientes aficionados que emularon a sus ídolos.

Tras días de preparativos y entrenamientos en el ruedo, los seis componentes del cartel con sus respectivas cuadrillas de banderilleros y mozos de espada simularon las suerte taurina y aprovecharon la oportunidad que les brindaba el destino para sentirse figuras del toreo, al menos por una noche.

La becerrada estuvo promovida por el torero eldense Antonio Pérez ÜÜEl Renco" y organizada por la empresa Luces Taurinas SL, en colaboración con el Ayuntamiento de Elda.

Los seis célebres espadas Gabriel "El Guapo" con la ayuda de sus cuadrilleros Antonio Gil "Gilito", Claudio Montes y Javier Bonal "Banalito"; Pablo Gosálvez con los mozos Antonio José "Escolanito", Rafael Belda, Carlos Villalba "Villalbita" y Rafael López "Lapicerito"; Alejandro Múñoz con Miguel A. "Verdú", Fran "El Tata", Pedro "El cruces" y Pepe " El Niño de la Cala"; Cayetano Cano al que asistió la cuadrilla formada por César "Cano", "Mico" y Lore "El Gigante"; y José J. "Josete" que saltó al ruedo con sus mozos Francisco "El Frutas", Luis M. "Huertalegre" y Diego H. "Niño de Salinetas" y cierra el cartel de lujo Vicente Cabanes mano a mano con su cuadrilla Jose M.Juan "El Chema", David Cabnes, Joaquín Marinez "Chimo" y Pedro "Sogorb", se enfrentaron a seis magníficos becerros llegados de las prestigiosa ganadería Flores Albarrán

Gran acogida

Los seis valientes aficionados a los toros dejaron constancia de su casta en el ruedo, de su técnica en las diferentes suertes y su valor frente al real ante un público entregado. Alrededor de 1.500 personas disfrutaron de un ambiente de fiesta, de entretenimiento diversión y de algún otro revolcón en la arena. Una buena noche bajo las exigencias del director de lidia y amenizada con una extraordinaria banda de música. En definitiva, los asistentes disfrutaron de un cartel de lujo que consiguió crear una magnífica velada taurina y como si de matadores de toros se tratasen, estos valientes aficionados al toro consiguiendo salir a hombros por la puerta grande.