Tras los devastadores efectos causados por las inclemencias meteorológicas en el Valle del Vinalopó durante el pasado mes de mayo, los productores de uva de mesa iniciarán el próximo lunes el proceso de embolsado, cubriendo todos aquellos racimos que cumplan con los criterios de calidad y selección con un bolso de papel especial que los protegerá hasta que estén listos para ser recolectados. En total esté año se colocarán cerca de 80 millones de bolsas repartidos en las 1.000 hectáreas que quedaron sin dañar y otras tantas en las que se pudo salvar parte de la producción.

El buen cuajado de la últimas semanas hace prever que, pese a que la producción de este año será notablemente menor que años anteriores, la calidad será buena, según destacó ayer el presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen, José Bernabeu.

La técnica del embolsado, además de ser un proceso único en el mundo y totalmente artesanal, es básico para la adecuada maduración de la uva, ya que le proporciona unas características singulares, entre las que destacan el sabor, el color y una piel más fina que el resto, gracias a la protección que el bolso ejerce sobre cada uno de los granos ante los diferentes agentes externos.

Recolección

En septiembre comenzará la recolección de los primeros racimos de la variedad de uva Ideal. La campaña de recolección se prolonga hasta Navidad, cuando se consume la uva Aledo, que es la tradicional del día de Nochevieja. El pedrisco se cebó la pasada primavera con los cultivos de uva. El mes de mayo fue un mes negro para los productores del Valle del Vinalopó, que vieron cómo las fuertes tormentas, acompañadas de pedrisco, provocaban daños irreparables en sus cultivos, especialmente en Novelda.