Justo en el mismo lugar donde a las 12.30 horas de ayer ocurría el accidente con las tres víctimas mortales y los dos heridos graves se producía, tres horas más tarde, otra colisión por alcance con tres vehículos implicados. Fue a las 15.30 horas y, afortunadamente, en esta ocasión no hubo que lamentar ningún herido. Ni siquiera leve. Sólo daños materiales.

En ese mismo punto del kilómetro 173 de la A-31 los operarios de la Red de Conservación de Carreteras estaban terminando de retirar los efectos personales y fragmentos de carrocería que habían quedado esparcidos por la mediana tras el primer siniestro.

La ralentizada marcha de los vehículos y el llamado "efecto mirón" motivado por la curiosidad de los conductores cuando pasan por los lugares donde se producen accidentes propiciaron este nuevo siniestro. Coches y camiones circulaban en caravana, a muy corta distancia, con continuos parones y en una zona que había sido limitada a un sólo carril por motivos de seguridad tras el percance.

Pero no fue el único accidente por alcance registrado en las tres horas siguientes. A la entrada de Villena un Peugeot era retirado por una grúa pasadas las 14,15 horas. Se había salido de la vía. En el kilómetro 178, a la altura de la partida villenense de El Morrón, los conductores de dos coches de alta gama estacionados en el arcén rellenaban el parte amistoso del seguro. En el punto kilométrico 175 intervenía un equipo de Atestados de la Guardia Civil tras un choque entre un turismo y un camión que transportaba palés. En total cuatro colisiones por alcance ocasionadas por unas colas que colapsaron la A-31 en un día de balance negro y más de 30 grados de temperatura.