La Guardia Civil sigue buscando cualquier tipo información, pista o indicio que pueda conducir a la identificación y detención de los autores del brutal asesinato del empresario noveldense fundador de la factoría Bermármol, Francisco Beresaluze, de 77 años, y de su esposa Sussane Brensing, de 70 años y origen alemán.

El violento y extraño suceso se produjo el martes 13 de abril en el lujoso chalé "Casa y Más" ubicado en el recóndito paraje de La Serreta, en el que el adinerado matrimonio residía con la única compañía de un perro y los caseros de la finca. Desde entonces han pasado dos meses y las investigaciones no han aportado ningún dato concluyente. De hecho, todas las hipótesis se mantienen abiertas.

Del caso se hizo cargo en un primer momento el equipo de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Novelda pero esta misma semana ha pasado a manos del grupo de homicidios de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Alicante.

Los pocos avances que se han producido en las últimas semanas apuntan a que los autores del doble asesinato simularon el asalto al chalé. Un indicio que, unido al hecho de que ninguna puerta ni ventana mostrara signos de haber sido forzada, lleva a pensar a los agentes que los ladrones entraron por la puerta principal. Una hipótesis de la que se deduce, asimismo, que o bien el empresario o bien su mujer les abrieron la puerta o fueron sorprendidos al salir al exterior. En tal caso causa extrañeza el manifiesto interés de los asesinos en simular el asalto. A tal fin responde el agujero cilíndrico que realizaron en el cristal de seguridad del enorme mirador del salón de la vivienda. Quisieron hacer creer falsamente a los investigadores que accedieron al interior de la mansión a través del mismo. Cosa muy improbable por su reducido tamaño y por la altura a la que fue realizado. La presencia de numerosos casquillos de bala en ese mismo lugar, pero en la zona exterior donde se encuentra el jardín, también parece buscar el mismo objetivo. Esto es, confundir a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en la recreación del crimen.

Otro aspecto que llama especialmente la atención es el perfecto conocimiento que los asaltantes parecían tener de aspectos muy concretos de la vida privada de los Beresaluze. Y ello a pesar de que, tras la multimillonaria venta de la empresa y la posterior jubilación del cabeza de familia, el matrimonio llevaba una vida muy tranquila y discreta. Curiosamente el robo se produjo el mismo día en el que los caseros de la finca descansaban y, además, seis meses después de que "Paco el de Bermármol", como era conocido en Novelda, decidiera prescindir del servicio de vigilancia de una central de alarmas a la que llevaba años conectado. Demasiadas casualidades y demasiada violencia gratuita. De hecho la empleada del hogar, que fue la primera persona en entrar en la casa a la mañana siguiente, se dio de bruces con una escena dantesca que todavía no ha podido superar. Un exceso de violencia en la mujer, en el mobiliario y en los objetos decorativos impropio de las bandas especializadas en asaltos nocturnos, cuyos integrantes buscan joyas y dinero tratando de evitar delitos de sangre que agraven sus penas en caso de detención. Pero hay otro detalle importante. Todo parece indicar que los hechos se produjeron antes de la medianoche.