El Gobierno ha dejado en manos de dos ministerios, Economía y Hacienda e Industria, el estudio de la idoneidad de Pinoso para convertirse en el mayor almacén de hidrocarburos del país. Así lo ha admitido en una respuesta parlamentaria que le planteó el diputado de IU, Gaspar Llamazares, sobre cuestiones relativas al funcionamiento y futuro de la Nueva Compañía Arrendataria de las Salinas de Torrevieja SA, que desde hace años explota en el Medio Vinalopó en estas minas salinas subterráneas para, mediante un proceso con agua a presión, conducir el líquido resultante hasta las lagunas donde, finalmente, se convierte en sal.

Como ya publicó este diario, la multinacional española Actividades de Construcción y Servicios (ACS), propiedad del empresario Florentino Pérez, es la que auspicia el proyecto a través de una filial que, gracias a una autorización dada en 2007 por el Consejo de Ministros, busca desde entonces tanto yacimientos naturales como lugares de almacenamiento. El mejor que han descubierto está en Pinoso, en el Cabezo de la Sal y, curiosamente, en los pozos que la empresa de las Salinas ha ido agotando. Según los estudios geotécnicos, ACS ha ofrecido almacenar hasta dos millones de toneladas de crudo en estos pozos que llegarían a través de un oleoducto desde Cartagena que se construirá después de descartarse uno desde Torrevieja. El Gobierno asegura a Llamazares que "la resolución que finalmente se adopte en este ámbito atenderá a los distintos intereses públicos presentes y se enmarcará en el contexto de la Ley de Patrimonio de las Administraciones Públicas y de la normativa aplicable en materia de gestión y explotación de minas e hidrocarburos". Otras fuentes indicaron que España está muy necesitada de lugares de almacenaje de crudo porque así se lo exige la Unión Europea que obliga a los países miembros desde hace meses a tener una reserva estratégica que suponga el consumo durante, al menos, del 25% del consumo anual. Y España ahora no lo cumple

El único problema que puede encontrarse ACS para que el proyecto no prospere, y así se lo explica el Gobierno a Llamazares, es que la zona no cumpla "los requerimientos medioambientales que imponga la legislación sectorial". Fuentes consultadas por este diario aseguraron que Pinoso las cumple porque, en caso contrario, se habría buscado ya otra ubicación definitiva.

Para ACS es un negocio seguro porque cobrará al Estado por "guardar" el crudo y por garantizar la conducción en perfectas condiciones de mantenimiento para lo cual tendrá que colocar importantes medidas de seguridad.

De hecho, la filial de ACS que encontró este "filón" ya ha mantenido contactos en los últimos meses con el Ayuntamiento de Pinoso y resolverá cualquier que se pueda plantear tanto a los gestores municipales como a los vecinos, aseguraron a este diario. Para ello se basan en el modelo que siguen otros países, como Estados Unidos, donde sí es muy utilizado, a diferencia de lo que ocurre en España. Esta situación está obligando al Gobierno, al menos hasta ahora, a multiplicar el número de lugares de almacenaje.