Una fuga de vapores considerados por los expertos como altamente tóxicos obligó a evacuar ayer a todos los trabajadores de la planta N4 de Levantina y Asociados de Minerales en Novelda. El problema lo detectaron los empleados del primer turno pero éstos no dieron la voz de alarma hasta las once de la mañana después de intentar, sin éxito, subsanar el problema tratando de taponar con yeso el conducto que comunica los dos depósitos donde se almacenan las sustancias químicas -polímeros y catalizadores- con los que se elaboran las resinas que se utilizan, posteriormente, en el proceso de elaboración del mármol.

Una vez activado el operativo de emergencia varias dotaciones del Parque Comarcal de Bomberos de Elda y de la Guardia Civil de Novelda acudían rápidamente a la factoría de Levantina ubicada junto al autovía A-31, en dirección Madrid. Lo primero fue ordenar la evacuación preventiva de todos los trabajadores para evitar cualquier intoxicación por inhalación de gases. A continuación se estableció un perímetro de seguridad que impidió el acceso a la nave de cualquier persona, cortando, incluso, el tráfico rodado de camiones y coches particulares que tenían por destino otras empresas de la zona o viviendas rurales.

Los bomberos, ocho en total y todos ellos provistos de equipos de respiración autónoma y guantes para evitar cualquier contacto con las sustancias químicas que provocaron la reacción incontrolada, se emplearon a fondo para conseguir refrigerar los tanques, que se encontraban soterrados junto a las bombas de impulsión en una nave próxima al taller de producción. Los trabajos se prolongaron por espacio de algo más de cinco horas hasta que a las 16.20 horas los bomberos regresaban a la base con los tres vehículos con los que a las 11 horas se habían desplazado a la marmolera. También la Guardia Civil dio por finalizada su intervención aunque, para evitar problemas, estaba previsto que los operarios no regresaran a sus puestos hasta hoy. Se desconocen los motivos exactos que produjeron el incidente. Lo único que se sabe es que un depósito de 6.000 litros de polímero entró en contacto con el tanque del catalizador elevando la temperatura y provocando la emisión del vapor tóxico.