La concejal no adscrita del Ayuntamiento de Villena, Virtudes Amorós, abandonó el último pleno de la corporación al no permitir la alcaldesa, Celia Lledó, que su compañero Juan Carlos Pedrosa continuase con su turno de palabra en el debate de la moción en la que se abordaba la reducción de los sueldos de políticos y personal de confianza. Los restantes cuatro concejales no adscritos, aunque también amenazaron con marcharse tras la edil, decidieron continuar en el pleno para poder debatir otros temas que se iban a abordar.

El pleno aprobó finalmente la propuesta presentada por el Partido Popular por la que el sueldo de la alcaldesa se recorta el 7%. También los concejales con dedicación exclusiva sufrirán un 6% de descenso en sus percepciones, mientras que el recorte será del 5% para los cargos de confianza del equipo de gobierno, así como en las remuneraciones de los concejales de la oposición por asistencia a plenos y comisiones informativas, además de los tenientes de alcalde y los portavoces de los grupos municipales.

Según el equipo de gobierno, a Pedrosa se le retiró la palabra ya que en su intervención no se ajustó al debate de la moción planteada en ese punto concreto del orden del día. La alcaldesa, tras advertirle en reiteradas ocasiones, optó finalmente por quitar el turno de palabra al edil, provocando la salida de la concejal Virtudes Amorós

Propuesta rechazada

Los concejales no adscritos del Ayuntamiento trataron de defender una propuesta anterior que ellos habían presentado, y que planteaba un descenso del 15%, lo que no fue permitido por Celia Lledó. Esa propuesta había sido retirada del pleno por la alcaldesa previamente.

El portavoz del grupo popular, José Joaquín Valiente, defendió que el actual gobierno popular era el más barato para las arcas municipales, y que con la reducción se volvía a los sueldos que se cobraban hace siete años. No estuvieron de acuerdo los ediles de la oposición que recordaron que, antes de la ruptura del PP, además de los 12 concejales liberados, también tenían dedicación absoluta otros tantos cargos de confianza, remarcando que era necesario reducir el número de asesores y que, el gasto de 60.000 euros en la reforma del despacho de la alcaldía al principio de la legislatura, no era, precisamente, signo de austeridad.