La dimisión del director del instituto Las Norias al sentirse "acosado laboralmente" por parte de la dirección territorial de Educación y de dos de sus inspectores tras la apertura de un nuevo expediente continuó generando ayer nuevas muestras de rechazo contra la política educativa del Gobierno valenciano y, también, nuevos mensajes de apoyo y solidaridad hacia José Luis Santiago Merino, el responsable del centro de secundaria de Monforte del Cid que en noviembre de 2008 se negó a retirar una foto boca abajo de Font de Mora, que fue colocada en la entrada del instituto por decisión del consejo escolar durante las protestas estudiantiles contra la obligación de impartir Educación para la Ciudadanía en inglés.

El pasado miércoles las principales muestras de respaldo las recibió Santiago de EUPV y de los sindicatos STEPV y FETE-UGT, que incluso han celebrado dos asambleas en el centro para diseñar un calendario de movilizaciones contra lo que ellos consideran una "tremenda injusticia". Pues bien, ayer fue el PSPV el que urgió a Camps a poner fin a este "bochornoso episodio de acoso y derribo contra el director". El diputado socialista responsable del área educativa en Alicante, Manuel Bueno, le exigió tanto al jefe del Consell como al propio Font de Mora que dejen de utilizar a los inspectores de Educación como "comisarios políticos para represaliar a aquella parte del profesorado que discrepe de las decisiones del PP. Lo que tienen que hacer -subrayó Bueno- es acabar con la intolerable caza de brujas que están ejerciendo sobre los directores no adeptos al régimen popular, respetar la libertad de expresión y combatir los graves problemas que tiene el sistema educativo en nuestra provincia". Se refería concretamente al 44% de fracaso escolar que sitúa a la provincia de Alicante a la cabeza de España y a las 500 plazas de profesores que faltan por cubrir en Primaria y Secundaria afectando a 12.000 alumnos de muchos municipios alicantinos.

José Luis Santiago también ha recibido esta semana numerosas llamadas de aliento de directores de otros centros pero su único deseo ahora es que la Conselleria acepte ya su dimisión. Quiere acabar con una situación de "impotencia, desgaste y presión" que le ha llevado a enfermar tras sufrir una acentuada bajada de defensas.