La Guardia Civil investiga un posible intento de envenenamiento a una joven enfermera de la cárcel de Villena. Según informaron ayer fuentes penitenciarias, la víctima bebió en una botella de agua mineral que había guardado con antelación en su taquilla cuando sintió un sabor extraño y una fuerte quemazón en el paladar y el estómago. Al parecer alguien había introducido en la botella algún tipo de sustancia ácida o abrasiva. Posiblemente lejía. Afortunadamente la enfermera no ingirió mucha cantidad y, además, logró vomitar inmediatamente todo el líquido por lo que no sufrió lesión interna alguna. De hecho, siguió en el Módulo de Enfermería donde viene desarrollando su trabajo y permaneció en perfecto estado hasta que finalizó su jornada laboral.

El director del centro penitenciario Alicante II no ha querido hacer ningún comentario al respecto pero funcionarios de la prisión sí que han mostrado su extrañeza por este suceso dado que a las taquillas situadas en el vestuario de Enfermería sólo tiene acceso el personal sanitario del pabellón y, además, todas suelen permanecer cerradas con llave mientras los profesionales pasan consulta o atienden a los internos ingresados. En este caso ningún funcionario observó nada extraño ni tampoco se detectaron signos externos de que la taquilla hubiera sido forzada. Las mismas fuentes añadieron que agentes de la Guardia Civil de Alicante accedieron a la prisión al mediodía para recabar los primeros datos con el fin de iniciar una investigación de la que nada ha trascendido. Lo único que se sabe es que, siguiendo el protocolo habitual en este tipo de situaciones, la botella será enviada a un laboratorio al objeto de que su contenido sea analizado.