Las comparsas cristianas ofrecieron ayer todo un espectáculo festero en las calles de Elda. Era su gran día y, no sólo estuvieron a la altura, sino que superaron todas las expectativas. Con el cielo despejado y unas temperaturas casi veraniegas, ayer ni siquiera existía el temor de que la lluvia pudiera causar algún problema sobre la programación festera, con lo que el espectáculo estaba garantizado y, ya más de media hora antes del desfile, numerosas personas iban tomando posiciones en las sillas y tribunas dispuestas en las calles del circuito festero, preparadas para disfrutar de varias horas de música, baile, ritmo e intenso colorido, en las que las comparsas cristianas iban a ser las grandes protagonistas.

A las seis de la tarde, con una puntualidad británica, arrancaba el desfile, que abrió a caballo el Embajador Cristiano, Isidro Juan Gallardo, seguido de su escuadra de honor y la banda de música Santa Cecilia de Elda. Llegaba entonces uno de los grandes momentos de la tarde, el boato a cargo de los Zíngaros, comparsa que este año ostenta la capitanía cristiana.

Una bandera mitad verde, mitad azul, con una rueda de carreta en medio. Verde por la tierra, azul por el cielo y la rueda por los zíngaros errantes de todo el mundo. Así dio comienzo el boato de la capitanía del bando cristiano, que este año contó por primera vez con la participación de la Fanfarria Zíngara en el desfile del sábado. Bajo el paraguas de la música y el baile como elemento común y unificador, en el boato cristiano estuvieron representados junto a los zíngaros de Europa, zíngaros llegados de remotos lugares, como Egipto, Chile o India. Una bella bailarina zíngara interpreta una exótica danza. Representa a los gitanos zíngaros de Egipto, donde se dice que tienen su origen los zíngaros. Un cambio de música introduce a un nuevo grupo de bailarines, y a un nuevo grupo de zíngaros, esta vez procedentes de Chile, de la isla de Pascua, de donde procede la tendencia zíngara hacia los hechizos y lo misterioso. La inconfundible música de Bollywood anuncia la llegada de los zíngaros de la India y un grupo de bailarines interpreta una animada danza que contagia la alegría con cada movimiento.

Los aplausos del final del boato se funden con los de la llegada a caballo del capitán y la abanderada zíngaros, Juan Antonio Maestre y Marta Amat, seguidos por su escuadra de honor. Si el boato estuvo a la altura de todas las expectativas, otro tanto se puede decir del espectáculo festero que ofrecieron las escuadras zíngaras en La Entrada, con sus trajes de intensos colores, su ritmo y su contagiosa alegría.

Precedidos por su capitán y su abanderada, Francisco Ramón Martínez e Ivana Cebrián, los Contrabandistas ofrecieron también una lección de poderío y raza festera, con sus bellas mujeres flamencas y sus gallardos bandoleros. Puro arte.

La llegada a caballo del capitán y la abanderada de los Cristianos, Iván Serrano y Fina Marco, anuncia que se va acercando una legión de valientes guerreros cristianos con brillantes armaduras.

Es el turno de los Piratas que, precedidos por su capitán y su abanderada, Raúl y Mónica Morales, contagian su espíritu festero con su ritmo al paso de cada escuadra.

Cierran el bando cristiano los Estudiantes, con su capitán y su abanderada, Francisco Javier y Lorena Pedrero Rocamora, a caballo al frente, y con Rubén Alfaro, secretario general del PSOE de Elda, como cabo de escuadra.