Con la ampliación del Hospital General de Elda, la cocina del centro ha aumentado el número de dietas servidas. De hecho, se prevé superar la cifra de 500.000 desayunos, comidas, meriendas y cenas al año, mientras que antes de la puesta en marcha de la nueva ala, la cifra rondaba las 400.000.

Por otro lado, la cocina del centro ha incorporado un nuevo sistema de transporte de bandejas que permite mejorar la calidad de los alimentos cuando llegan al paciente ingresado. El nuevo sistema consiste en carros isotérmicos con zonas de frío y calor separadas que posibilitan que los alimentos lleguen al paciente con la temperatura idónea. Para poder atender a todos los pacientes hospitalizados, la cocina ha adquirido un total de 24 carros de transporte isotérmicos con capacidad para 30 bandejas, seis estaciones recuperadoras para que éstos adquieran la temperatura escogida, además de sustituir toda la vajilla para adaptarse a las necesidades de estos carros, de modo que ahora son los propios platos los que están tapados, y se distribuyen en bandejas abiertas, lo que permite ver en todo momento la comida que se está entregando.

El funcionamiento del nuevo sistema de transporte es sencillo. Una vez que la comida ha sido insertada en los carros, éstos son conectados a unas estaciones regeneradoras que hacen que el carro alcance el frío y el calor. Cuando se ha alcanzado, puede aguantar la temperatura durante más de una hora, de modo que si los alimentos salen de la cocina sobre 100 grados en una hora no bajan a menos de 70, lo que se considera la temperatura ideal. Por su parte, los alimentos fríos que salen entre 5 y 8 grados no suben en ese tiempo a más de 10 grados.

Manuel Pacheco, jefe de cocina, destacó al respecto que "la mejora principal es que al paciente le llega la comida a su temperatura idónea, pero además estos carros conllevan otras ventajas, como la protección frente a infecciones, ya que es en las temperaturas intermedias donde proliferan las bacterias y aquí las estamos evitando".