El ex alcalde socialista de Salinas Joaquín Marco, su compañero de partido José Miguel Gil, el edil del grupo independiente José Antonio Matáix, el concejal popular Benjamín Pertusa y el actual alcalde, el también popular Isidro Monzó, acudieron ayer al Palacio de Justicia de Villena en calidad de imputados para responder de la querella que el secretario municipal ha interpuesto contra todos ellos. Manuel José Vidal los responsabiliza de los supuestos delitos de acoso laboral -mobbing-, coacciones y contra el derecho de los trabajadores. De todas estas acusaciones les preguntó ayer la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 y la letrada de la acusación sin que haya trascendido el contenido de las manifestaciones. Este diario intentó ayer tarde contactar con ambas partes pero ninguna de las llamadas telefónicas fueron atendidas. También resultó imposible contactar con el abogado de Alicante que se está haciendo cargo de la defensa del alcalde y los cuatro concejales.

Los componentes del equipo de gobierno -PP, PSOE y Salinas Independiente (SI)- llegaron al Juzgado a las 9.30 horas y fueron llamados por la juez para declarar de forma individual. Una circunstancia que dilató las comparecencias durante más de cinco horas y obligó a posponer hasta nueva fecha las declaraciones de los dos trabajadores del Ayuntamiento y de un concejal de la oposición -Juntos Por Salinas- que también fueron citados ayer en calidad de testigos. Como este diario informó en marzo, el supuesto episodio de persecución y acoso laboral que el secretario municipal ha padecido presuntamente desde finales de 2007 le llevó a pedir en octubre una baja médica de carácter psicológico de la que ya recibió el alta.